sábado 06 julio 2019, 20:00

Las campeonas del 99, las mayores hinchas de la actual generación

  • La cultura de la victoria de EE UU abarca casi tres décadas

  • Recordamos cómo la generación del 99 cambió el fútbol femenino

  • Aquellas jugadoras analizan al actual equipo en vísperas de la final

Por Erin Fish, con Estados Unidos [[flag-usa-s]]

La cultura de la selección femenina estadounidense impregna a todas y cada una de las jugadoras que han lucido alguna vez su escudo. Se define por la mentalidad, el afán y la garra de cada persona que contribuye con su esfuerzo a ser parte de un bloque. Implica diversión, aunque también competitividad. Y está orientada a alcanzar la victoria.

Estados Unidos se proclamó campeón de la primera Copa Mundial Femenina de la FIFA™ de la historia, la celebrada en 1991. En 1999, cuando el país ejerció de anfitrión del certamen, su selección alzó por segunda vez el trofeo. La conocida como “generación del 99” se impuso entonces a China en la tanda de penales, gracias al famoso lanzamiento de Brandi Chastain.

El equipo del 99 cambió por completo la disciplina. Sirvió de inspiración a una generación entera de chicas en todo el planeta, que se decidieron así a jugar al fútbol.

“El fútbol femenino está aquí”, declaró Chastain a FIFA.com. “No es una moda pasajera, algo con lo que solo se divierten unas cuantas mujeres que le dan patadas a un balón el domingo. Se practica por todo el mundo, y con razón tiene un escenario como el Mundial”.

Y si bien es posible que en aquel momento no fuesen conscientes de ello, el papel que desempeñaron aquellas mujeres fue importantísimo para que ocurriese. Han pasado veinte años del histórico triunfo obtenido en la ciudad californiana de Pasadena, y ahora hay una nueva generación que está dando de qué hablar.

Son muchas las comparaciones entre el equipo de 1999 y el finalista de Francia 2019. Las integrantes de ambos planteles se prodigan elogios mutuos. Las jugadoras del 99 fueron los ídolos de las futbolistas del equipo actual cuando eran niñas, y la mayoría de aquellas veteranas han venido a Francia para animar a sus compatriotas.

“Me encanta estar aquí”, dice Kristine Lilly. “Creo que somos sus mayores hinchas”.

Varias de aquellas jugadoras del 99 mencionan las similitudes que perciben entre ambos conjuntos y explican por qué creen que su país está en condiciones de ganar un cuarto título mundial.

“Parecen muy unidas”, dice Joy Fawcett. “Quieren conseguirlo, y trabajan muy bien juntas. Eso mismo fue lo que nos permitió a nosotras superar las dificultades, y desde fuera es lo que yo veo”.

“Se las ve relajadas y que disfrutan estando juntas”, señala Julie Foudy. “A nosotras eso se nos daba de maravilla, divertirnos en equipo”.

Foudy, que ha estado acompañando a la selección como reportera de ESPN durante el torneo, también menciona la calidad de las reservas de los dos equipos, recordando que las suplentes de garantías pueden aportar grandes momentos, y que esa es una de las virtudes de ambos equipos.

Pero hay una diferencia fundamental. Carla Overbeck, capitana en 1999, recalca que el combinado actual puede hacer algo que el suyo no llegó a conseguir nunca: ganar dos títulos consecutivos del Mundial.

“Creo que lo van a lograr”, vaticina. “No hay más que ver la confianza que tiene este equipo. Creo que vamos a ver cómo despliega su mejor fútbol en la final”.