Los habitantes de Le Havre, Valenciennes, Reims y Rennes pueden dar fe: los hinchas de Países Bajos han teñido sus ciudades de naranja y las han convertido en carnavales pasajeros durante sus cuatro paradas hasta la fecha en esta Copa Mundial Femenina de la FIFA™.

Más de 15.000 aficionados holandeses acudieron al partido contra Camerún y las imágenes de su camino al estadio se hicieron virales. Este desfile, conocido como la ‘Oranje Parade’, no ocurrió por casualidad.

Su principal responsable, respaldado por un comité de voluntarios, es el presidente del Oranje Fans Bus, Henk van Beek, que lleva organizando los desfiles desde la Eurocopa 2004. Henk, que vive en Uithoorn, a las afueras de Ámsterdam, es también el DJ residente en el autobús que lleva a los hinchas al estadio, aunque la música de ritmo vibrante que pone allí tiene poco que ver con la que suele oír en su casa.

“Solo ejerzo de DJ en el autobús”, precisa. “Cuando estoy en casa no pongo esta música. Toco el piano clásico y escucho música clásica. Pero aquí en el autobús me encanta”.

El autobús que conduce a los aficionados al estadio tiene 40 años y, por ese motivo, tiene algunos achaques. Pero además de las reparaciones, a veces es complicado el papeleo... para llevarlo, por ejemplo, a países como Sudáfrica.

“Cuando veo a los aficionados y todo naranja, se me pone la carne de gallina”, afirma Henk. “Es algo muy pero que muy especial”.

“Empezamos en 2004, y en ningún momento fue nuestra intención hacer esto, pero nos abordó la Federación Holandesa de Fútbol, preguntando: ‘¿Podéis ir por delante de la marcha de aficionados con el autobús?’”.

“El plan era continuar simplemente hasta 2010; tomarse unas cervezas, echarse unas risas, algo de música, y ya está. Pero aquí estamos, en Francia 2019…”, añade.

La demanda para organizar los Oranje Parades subió como la espuma tras el triunfo de Países Bajos en la Eurocopa Femenina 2017, celebrada en su país. Las redes sociales se inundaron de vídeos con hinchas desfilando hacia los estadios y bailando por las calles, y esa dinámica ha continuado en Francia 2019.

Una escena que se resalta continuamente es la de los aficionados bailando de izquierda a derecha al ritmo acelerado de un marchoso tema de baile. Esa canción es del grupo festivo holandés Snollebollekes, y se titula ‘Links Rechts’, que se traduce simplemente como “Izquierda derecha”.

“En 2016, los hombres jugaron un partido de clasificación para el Mundial en Suecia”, explica Henk. “Oí la canción en una fiesta en Holanda cuando no era muy conocida. Teníamos un desfile pequeño de aficionados, quizá unos 800, que era tal vez de un kilómetro hasta el estadio, pero marchamos de todas formas. Así que pensé ‘Voy a ponerla’; y mira lo que ocurre…”.

“En la Eurocopa 2017 tuvimos seis desfiles de hinchas. El primero en Utrecht y, por supuesto, recuerdo que puse la canción. Desde entonces no podemos ir a ninguna parte y no ponerla; es imposible. Todo el mundo quiere esta canción porque es divertidísima”, admite.

Las Oranjeleeuwinnen han llegado a los cuartos de final de un Mundial por primera vez, y se enfrentarán a Italia en Valenciennes, que está a pocas horas en coche de Países Bajos. El interés por el fútbol femenino ha supuesto también que se batan récords de audiencia en su país, donde 3,5 millones de telespectadores vieron la victoria sobre Japón (casi una cuarta parte de la población neerlandesa).

“Ahora tenemos un lleno en casi todos los estadios, lo cual es increíble”, afirma Henk. “Me encanta de veras el fútbol femenino, y me encanta lo que está haciendo la Federación Holandesa por él”.

“Después de cada partido, las Oranjeleeuwinnen son muy abiertas. Se acercan a la grada para atender peticiones de fotos y autógrafos. Es un gestoa muy amable, y creo que puede ser uno de los principales motivos por los que son tan populares”, concluye.

Los aficionados que quieran asistir a la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019 todavía pueden adquirir entradas para el campeonato en www.fifa.com/tickets, así como en las taquillas situadas en los estadios, para los partidos restantes donde aún quedan localidades disponibles para el público general.