Miles de voces han aclamado a Jessica McDonald en esta Copa Mundial Femenina de la FIFA, pero la que oyó la jugadora el miércoles es sin lugar a dudas su favorita.

McDonald y su hijo de siete años, Jeremiah, llevaban mucho tiempo separados. Jeremiah llegó al campamento base de Estados Unidos el miércoles y, este viernes, estará presente en el Parque de los Príncipes para animar a su madre y a todo el equipo.

McDonald publicó en Twitter un vídeo de este reencuentro tan especial, y muchas de sus colegas estadounidenses lo compartieron con comentarios de cariño y admiración por la delantera de 31 años.

“Estoy deseando que, cuando sea mayor, se sienta motivado por todo esto, porque ahora mismo ya tiene una edad que le permitirá recordar estos días”, ha declarado Jessica a FIFA.com. “No entiende exactamente lo que pasa, pero lo recordará todo, que es lo que más me importa. Estoy jugando precisamente por eso”.

Antes de llegar a París, Jeremiah comunicó a su madre que quería sorprender al equipo y llevar un disfraz al partido.

“Le respondí: ‘Vale, muy bien, adelante. Disfrázate, mi niño. Serás nuestro pequeño héroe’”, añade McDonald. “Tengo muchas ganas de ver qué se pone”.

McDonald debutó en el Mundial contra Chile en la fase de grupos de esta edición, como suplente en la segunda parte. El hecho de que ahora, a sus 31 años, participe por primera vez en una fase final mundialista deja bien claro que su trayectoria en el fútbol no ha sido siempre un camino de rosas.

En su primer partido profesional, con solo 23 años, sufrió una rotura del tendón rotuliano. Aquella tremenda lesión la dejaría en el dique seco durante dos años. Además, en aquellos momentos le dijeron que, muy probablemente, su carrera deportiva se había terminado para siempre.

“Las posibilidades de que volviera a jugar al más alto nivel eran muy remotas, al menos según la ciencia”, explica McDonald. “Me vinieron a decir más o menos que todo se había acabado para mí”.

Durante el proceso de recuperación, se quedó embarazada. Si bien algunas personas se lo habrían tomado como una señal definitiva de que, efectivamente, aquel era el final de su carrera futbolística, McDonald se negó a aceptar la derrota. Siguió entrenándose hasta que cumplió los ocho meses de embarazo y, pocas semanas antes de dar a luz, se marchó a Australia a jugar profesionalmente de nuevo.

“Estoy segura de que algún día, cuando sea lo bastante mayor para entenderlo, explicaré a mi hijo por qué elegí esta carrera profesional y qué me llevó a luchar para llegar hasta donde estoy”, comenta McDonald.

“Le contaré las adversidades y también los momentos más dulces que se viven para conseguirlo. Me aseguraré de que sepa que, si quieres tener éxito, el camino que seguirás no será recto, sino muy tortuoso”.

Estas enseñanzas vitales, sin embargo, se quedarán para otro día. De momento, sencillamente, Jessica y Jeremiah van a disfrutar de encontrarse juntos de nuevo después de un largo mes separados.

Los aficionados que quieran asistir a la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019 todavía pueden adquirir entradas enwww.fifa.com/tickets, así como en las taquillas de los estadios, para los partidos restantes en los que aún quedan boletos disponibles para el público general.

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