La guardameta de la selección noruega Ingrid Hjelmseth fue su inspiración a la hora de convertirse en portera. Y, cuando se enfrentó a su ídolo en un partido de la liga nacional, Oda Maria Bogstad pensó que había cumplido un sueño. Hoy, Bogstad entrena cada día junto a Hjelmseth en la Copa Mundial Femenina de la FIFA.

La joven de 23 años es una de las tres arqueras de la plantilla de Noruega y, aunque es poco probable que llegue a jugar en Francia 2019, está disfrutando de la experiencia de aprender de su referente, de 39 años.

“Todavía recuerdo el primer día que jugué contra ella, cuando yo militaba en el Klepp. Recuerdo que pensé: ‘vale, ahora voy a jugar contra la mejor portera de Noruega’”, nos explica Oda en el hotel de la selección noruega en Reims. “Entonces tenía unos 17 años y pensé para mis adentros: ‘Quiero ser tan buena como ella’”.

Previamente, Bogstad, que ahora juega en el Arna-Bjornar, había oído a Hjelmseth dar una charla sobre su carrera a las mejores guardametas jóvenes del país. Y ahí empezó todo.

“Me di cuenta de lo meticulosa que es en todo, en pequeñas cosas técnicas, y eso fue lo que me hizo interesarme por los pequeños detalles del puesto”, señala Oda.

Después de jugar en las categorías inferiores de la selección, Bogstad dio el salto a la absoluta y fue convocada para la Eurocopa Femenina 2017. Ahí fue cuando realmente llegó a conocer a Hjelmseth, quien, con toda probabilidad, sumará su 135ª internacionalidad contra la República de Corea este lunes, en el último partido de Noruega en el Grupo A.

La relación entre ellas se ha ido afianzando durante los dos últimos años: “Siento que ahora funciona muy bien… Al principio tenía ese enorme respeto por ella, pero ahora me atrevo a preguntarle cosas, e Ingrid es de esas personas a las que les gusta muchísimo dar algo a cambio. Es magnífico disponer de esas observaciones suyas, y a menudo es una señal de que lo que estás haciendo es correcto”, afirma.

Bogstad, actualmente la tercera portera por detrás de Hjelmseth y de Cecilia Fiskerstrand, sabe que es poco probable que juegue en Francia, pero aun así permanece mentalmente alerta y lista. Como todas las jugadoras de la plantilla, espera demostrar su valía al cuerpo técnico y acabar haciéndose con la titularidad.

“Cuando llegue el día, quieres jugar por lo que has hecho, no porque otra persona se haya lesionado”, subraya.

Tras haber ido ascendiendo por los diferentes combinados nacionales y haber cambiado de club en los últimos años, Bogstad espera fichar pronto por un equipo extranjero y, después de su estancia con la plantilla de Noruega, sabe a quién recurrir en busca de consejos.

“He llegado a conocer muy bien a Ingrid, y ahora también hablamos de otras cosas, más allá de fútbol”, explica. “Ya veremos qué tal se da, pero estaría genial si algún día pudiese jugar un partido con la absoluta y hablar con ella al respecto, para que me enseñase algo. Espero que eso ocurra”.