lunes 15 marzo 2021, 04:21

Nueva Zelanda ayuda a las entrenadoras a romper el techo de cristal

  • La federación neozelandesa organiza un programa de formación de entrenadoras

  • Figuras de renombre como la exinternacional Katie Duncan, entre las participantes de 2021

  • Una oportunidad para cambiar la percepción y crear referentes para la Copa Mundial de 2023

Pese al cambio progresivo al que hemos asistido a lo largo de la última década, los banquillos de fútbol han estado dominados en gran medida por los hombres. De las 16 selecciones que disputaron la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2007, solamente tres estaban dirigidas por mujeres, una cifra que aumentó hasta nueve entre las 24 selecciones que participaron en Francia 2019.

Este crecimiento sugiere que la cantidad de seleccionadoras seguirá al alza en la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2023, que se jugará dentro de poco más de dos años. Y en Nueva Zelanda, país coanfitrión del torneo junto con Australia, la idea no es solo dar golpecitos al techo de cristal, sino hacerlo añicos.

Prueba de ello es el programa de formación de entrenadoras de la Federación Neozelandesa de Fútbol (NZF). Este programa ayudará de manera individual a las participantes, pero su objetivo es también dar visibilidad, crear referentes y cambiar la percepción que hay en torno a las entrenadoras. Como indica Ashleigh Cox, directora de desarrollo de fútbol femenino de la NZF, algunas entrenadoras “tienen miedo de ser la única mujer que participa en un curso”.

Las participantes recibirán la orientación de tres de las mejores entrenadoras de Nueva Zelanda: Gemma Lewis, que participó en el Programa de Formación de Entrenadoras de la FIFA en 2019, Natalie Lawrence y Maia Vink. Además, el programa contará con la supervisión de Tom Sermanni, seleccionador del combinado femenino neozelandés.

Ante la calidad de las solicitantes, el número de participantes tuvo que ampliarse a nueve. Todas presentan grandes credenciales, y entre ellas se encuentran entrenadoras y asistentes de la liga nacional, la capitana actual de Capital Football, Katie Barrott, y la exfutbolista de la W-League australiana Maika Ruyter-Hooley.

Pero la figura más ilustre es, sin duda, Katie Duncan. Fija en el centro del campo de Nueva Zelanda durante más de una década, Duncan colgó las botas poco después de jugar su cuarto Mundial en Francia 2019.

La exjugadora está empezando una nueva etapa en su carrera, y el programa ofrece ayuda a las futbolistas en su transición de la cancha a los banquillos, lo que supone otro beneficio indirecto.

“Siempre me ha gustado la sensación de seguir siendo ‘parte de un equipo’. Ese aspecto de ser entrenadora me ha ayudado mucho en mi transición de jugar a dejar de jugar”, afirma Duncan a FIFA.com.

“Es fantástico ver a tantas mujeres jóvenes con ilusión y con el deseo de aprender de las experiencias y los conocimientos que puedo transmitirles. Por encima de todo, disfruto del reto que supone entrenar desde el punto de vista del aprendizaje y el deseo de querer mejorar constantemente”.

Duncan, que jugó 125 partidos con su selección, señala que, históricamente, ha habido múltiples impedimentos para que las mujeres fueran entrenadoras.

“Aunque estamos viendo un aumento paulatino de mujeres en el fútbol, en general hay varias razones por las que el número de entrenadoras sigue siendo relativamente bajo”.

“Por nombrar algunos ejemplos, creo que el hecho de que haya habido una carencia de referentes para las futbolistas jóvenes es un factor importante. Además, sé por experiencia el reto que supone tener una familia joven, y a veces es complicado encontrar el equilibrio entre tu profesión y ser madre y esposa al mismo tiempo. Otro ejemplo podría ser la brecha salarial que existe entre una entrenadora de un equipo femenino y lo que se gana en el fútbol masculino”.

Y ahora que la primera Copa Mundial Femenina que va a disputarse en el hemisferio sur asoma ya en el horizonte, la NZF quiere proporcionar una plataforma más allá de los terrenos de juego.

“Con este programa no solo esperamos abrir las puertas a más mujeres que desean dedicarse a entrenar a un alto nivel, sino también servir de inspiración a otras para que dirijan a nivel local, ya que habrá más formadoras de entrenadoras impartiendo cursos”, señala Cox.

“Los índices de participación aumentan de manera constante, tenemos la Copa Mundial Femenina de la FIFA a la vuelta de la esquina y un fuerte deseo de que haya más entrenadoras en el fútbol. Vemos esto como una oportunidad para formar líderes que, posteriormente, pasen a educar, orientar y servir de inspiración a la siguiente generación de mujeres que quieran ser entrenadoras”, concluye.