El seleccionador nacional Jorge Vilda considera que “jugadoras de su talla, incluso al 80%, aportan mucho a la selección”. Irene Paredes sonríe pero le corrige: “Se agradecen ese tipo de palabras de apoyo, pero yo no creo que sea suficiente para competir, sobre todo visto el grupo de jugadoras que tenemos”.

Ella es uno de los pilares indiscutibles de la Roja, pero sabe que la competencia es feroz, porque el nivel de las españolas ha crecido de manera meteórica.

La defensora, que fue titular en los tres partidos que España jugó Canadá 2015, la primera Copa Mundial Femenina de la FIFA de su historia, mira con ilusión el reto de Francia 2019.

“Ha cambiado todo mucho. El nivel del fútbol en España en general, el nivel de las jugadoras… Todo ha ido a mejor. Lo podemos ver en la manera que nos hemos clasificado, en los amistosos que jugamos… Creo que claramente estamos en mejores condiciones de lo que estábamos para Canadá”.

Aun así, llama a la sensatez. “España es una selección que va a más, pero somos novatas en campeonatos mundiales y europeos. Hemos jugado muy poquito contra grandes potencias mundiales”, advierte. “Tenemos calidad para ganarle a cualquiera. Yo no le pongo ningún objetivo concreto a esta selección, pero tampoco le pongo ningún límite”.

La central del PSG ha regresado a las convocatorias de la Roja tras superar molestias en la rodilla y la tibia. Las lesiones, una pesadilla para cualquier jugadora, especialmente en un año mundialista. ¿Cómo manejar el equilibrio entre darlo todo y evitar el riesgo de lesión?

“No hay que pensarlo. Una lesión puede llegar cuando menos te lo esperas, de la manera más tonta. Lo único que debemos hacer es cuidarnos en el día a día. Pero sin dudas, en estos meses hay que darlo todo porque si no, no llegas al Mundial. La competencia y el nivel son altísimos”.

La selección española, que clasificó al Mundial con pleno de 8 victorias en 8 partidos, encajando solo dos goles, ha vuelto a mostrar en amistosos recientes uno de los puntos débiles: la dificultar para anotar gol.

Paredes, una de las capitanas, no se esconde a la hora de analizar los aspectos a mejorar. “En la Euro 2017 no tuvimos mucha profundidad, nos faltó gol a pesar de que hicimos muchas ocasiones. Teníamos la posesión, pero no acabábamos de materializar. Pero tenemos delanteras muy capacitadas con muchísima calidad. Estamos trabajando muy duro para resolverlo. Y para eso están los amistosos. Para ponernos a punto e ir corrigiendo esos detalles”.

De aquella primera experiencia mundialista en Canadá, Irene recuerda especialmente “la cantidad de gente que había en los estadios”. Cuatro años después, siente que la experiencia adquirida por la cantidad de partidos de nivel disputados la han hecho madurar. “La experiencia de todos estos años te hace una jugadora más completa”.

Irene ya respira el Mundial en París, y comenta con su compañera de equipo, la centrocampista china Wang Shuang, la opciones de su cruce en el Grupo B, que completan Alemania y Sudáfrica.

Confía en que esta nueva cita mundial ayude a dar más visibilidad al fútbol femenino. “Ojalá se puedan seguir todos los partidos para que la gente se enganche”. Y promete: “nosotras pondremos de nuestra parte para que los resultados acompañen”.