20 de mayo. 10:30 am. Patri Guijarro iba camino de la estación de tren, en Barcelona, pendiente del móvil. Y entonces sucedió. Su nombre estaba en el vídeo con el que España anunciaba las 23 jugadoras para la Copa Mundial Femenina de la FIFA Francia 2019.

“No me lo esperaba para nada”, reconoce.

Solo 2 días antes, a pocas horas de que sus compañeras del FC Barcelona disputaran la final de la Champions ante el Olympique de Lyon, la centrocampista de 21 años había recibido el alta médica.

Ponía así fin a su particular calvario. Porque lo que en principio iban a ser unas pocas semanas de baja, terminó derivando en 2 operaciones para solucionar el ganglión que afectaba a su pie derecho. “La lesión ha sido bastante rara”, dice. Pero lo importante es que Guijarro ha llegado a tiempo. Y está feliz.

“Es mi primera lesión tan larga. Han sido cuatro meses y medio”. ¿El peor momento? “La recaída fue bastante dura. Siempre tienes bajones. De hecho, tienes que intentar sacarlo, porque si eso se te queda dentro te hace ir a peor”. Ahí fue importante tener el apoyo de la familia y las compañeras. “Tienes que tener la cabeza fuerte, porque sabes que estas cosas pueden pasar en cualquier momento”.

Una vez quedó claro que jugar el tramo final de la temporada con el Barça estaba complicado, Guijarro se enfocó en el Mundial. “El objetivo era llegar como si fuese a estar en el Mundial, independientemente de si al final estaba o no en la lista definitiva. Estoy muy agradecida por la confianza”. Sonríe.

Convocar a una jugadora recién salida de lesión siempre conlleva un riesgo, pero Jorge Vilda tiene confianza ciega en ella. Le sobran los motivos.

De las 26 jugadoras utilizadas por Vilda durante el clasificatorio al Mundial, solo 5 disputaron todos los partidos, y Patri fue una de ellas. Fue titular en 6 de los 8 choques y marcó 2 goles, uno de ellos, clave, ya que permitió a España llevarse la victoria en el descuento ante Serbia y recuperar así el liderato del grupo.

Giulia Gwinn, Georgia Stanway, Moeka Minami… Son varias las jugadoras que brillaron en el Mundial Sub-20 del año pasado y este año estarán de nuevo en Francia. Pero ninguna marcó diferencias como Guijarro, líder absoluta de la Rojita subcampeona del mundo. La centrocampista fue Balón y Bota de oro del torneo.

En una selección como la española, donde predominan las jugadoras creativas y técnicas, pero no particularmente fuertes físicamente, Patri Guijarro aporta algo diferente. Nadie más tiene su perfil de jugadora ‘box to box’, capaz de iniciar el juego, dar el último pase y fabricarse su propia jugada de gol.

La gran incógnita, ¿podrá mostrar todo su potencial? De momento ha ido sumando minutos en los últimos amistosos de preparación. Si ante Canadá salió en los instantes finales (entró en el 80’), ante Japón jugó cerca de media hora.

Ella se muestra convencida. “Por supuesto que voy a darlo todo y estar al 100%. Estoy entrenando con normalidad, haciendo todos los ejercicios, también específicos de tobillo con los fisios… Estoy cogiendo el ritmo y puedo aportar cuando el equipo me necesite”.

Guijarro está de vuelta y en el escenario donde el año pasado demostró de lo que es capaz. “Tengo grandes recuerdos del Mundial Sub-20. Ojalá este año podamos hacer algo bonito, incluso tan bonito como el año pasado”.