Desde que tiene uso de razón, el máximo deseo de Refiloe Jane fue ser futbolista. Creció en el seno de una familia numerosa y aprendió a jugar al fútbol en las polvorientas calles de Soweto, por lo que el camino hasta aquí no ha sido fácil.

Ahora, unas dos décadas después de volverse adicta al fútbol, Jane —o Fifi, como la conocen tanto sus compañeras como sus rivales— está a punto de cumplir dos objetivos que se marcó a largo plazo en cuestión de unas semanas.

El próximo mes, Sudáfrica tendrá la oportunidad de certificar su presencia en la que sería su primera Copa Mundial Femenina de la FIFA™. Las Banyana Banyana necesitan quedar entre las tres primeras del Campeonato Femenino de la CAF que se celebrará en Ghana para sellar su pasaje con destino a Francia 2019.

Antes, no obstante, Fifi cumplirá un “sueño de toda la vida”, ya que por fin ha firmado un contrato con un equipo extranjero. Y lo ha hecho nada menos que diez años después de debutar en la élite con su club. Este fin de semana, Fifi se enfundará la camiseta del Canberra United en la primera jornada de la W-League. Y lo hará junto a su compañera sudafricana Rhoda Mulaudzi.

“Fue un momento muy emotivo para mí”, asegura Fifi a FIFA.com al recordar que superó las pruebas con éxito. “Me cuesta expresar lo que sentí. Cuando el entrenador nos dijo que nos iban a fichar, me quedé sin palabras”.

Fifi, que estudia actualmente un máster en gestión deportiva, se vio obligada a recaudar fondos para poder pagarse el viaje y hacer unas pruebas de selección en Australia. Además, con lo poco que tenía ahorrado, Fifi le compró el billete a Mulaudzi, su “mejor amiga desde hace doce años”, para poder ir a Australia.

Heather Garriock, la entrenadora del Canberra United y excentrocampista australiana, afirma que ambas le impresionaron rápidamente por su habilidad en la cancha y su ética de trabajo.

“Se han esforzado una barbaridad para llegar a donde están. Cuando les dijimos que íbamos a ficharlas, tuvieron que contener las lágrimas. Apenas podían hablar”, cuenta Garriock. “Fue mi mejor momento desde que soy entrenadora”.

Canberra dista mucho —en todos los sentidos— de Kliptown, la localidad donde Fifi creció a un paso del estadio Orlando, el epicentro histórico del fútbol de Soweto.

Campeona de velocidad en su etapa escolar, esta centrocampista ofensiva llegó a la selección absoluta justo a tiempo para disputar los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde jugó con las Banyana Banyana apenas unos días después de cumplir 20 años. Elocuente y atenta, Fifi ha sido una integrante muy querida y valorada en el combinado nacional desde entonces.

El mes pasado, Fifi hizo gala de su extraordinaria calidad al anotar los dos goles en el triunfo por 2-1 de Sudáfrica sobre Camerún, el que dio a las suyas el Campeonato Femenino del COSAFA.

En poco menos de cuatro semanas, Sudáfrica intentará no solo garantizar su presencia en Francia 2019, sino también exorcizar algunos demonios después de quedarse a las puertas de la clasificación hace cuatro años.

“Estuvimos muy cerca de clasificarnos, pero nos quedamos fuera por muy poco”, señala Fifi. “Esta vez queremos hacerlo todo bien para clasificarnos para la Copa Mundial”.

“Siempre lo hablamos. Después de quedarnos fuera en 2015, nos hemos esforzado muchísimo con la vista puesta en esta Copa Mundial. Ahora, cada vez que nos concentramos con la selección, nos recordamos a nosotras mismas que estamos preparándonos para algo más grande. Lo deseamos con todas nuestras fuerzas”.

Pese a sus dos participaciones en los Juegos Olímpicos, Sudáfrica no ha debutado todavía en el torneo global más importante del fútbol femenino.

Si bien el país albergó la Copa Mundial de la FIFA 2010™, la última vez que logró la clasificación para la prueba reina fue en Francia 1998. Fifi considera que regresar a Francia, con la selección femenina en este caso, significaría algo muy importante para el fútbol sudafricano.

“Hay muchísimas jugadoras en Sudáfrica que tienen como ejemplo a las futbolistas de la selección”, apunta. “Queremos abrirles las puertas. Queremos que el mundo entero vea que Sudáfrica tiene talento y futbolistas para competir en un Mundial”.

“En estos momentos, el sueño de todos los sudafricanos es que nos clasifiquemos para la Copa Mundial. Porque lograrlo cambiaría no solo nuestra vida, sino también la de todos nuestros compatriotas”.