lunes 15 julio 2013, 07:54

Wambach: "Nunca marqué un gol yo sola"

Se gana la vida a base de goles. Esta delantera alta y potente ya tenía a la vista el récord de 158 tantos de Mia Hamm, y lo batió el mes pasado en Nueva Jersey, gracias a un imponente remate de cabeza por el segundo palo con el que se convirtió en la máxima realizadora de la historia del fútbol femenino. Al ver puerta cuatro veces contra la República de Corea en el triunfo por 5-0 de su equipo, Abby Wambach, como había hecho tantas veces, se distinguió haciendo gala de coraje, sincronización y técnica a partes iguales para dejar atrás la marca de su ex ompañera, mentora y amiga. Ahora trata de analizar este logro.

Wambach, actual Jugadora Mundial de la FIFA y bicampeona olímpica, habla con franqueza a FIFA.com de sus 160 goles con la selección, los diez años que lleva en el fútbol y sus sentimientos encontrados por batir el récord de su heroína. Ya tiene la mente puesta en la “gran meta” de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2015™, único gran trofeo que todavía no ha conquistado, exhibiendo una calculada y medida concentración, que sin duda seguirá dando quebraderos de cabeza a las defensoras rivales durante los dos próximos años.

Abby, fue muy comedida en su celebración del récord goleador. Hasta sus compañeras parecieron emocionarse más que usted... Cuando se bate un récord individual es por la grandeza que nos precede. No puedo explicar con palabras la gratitud que siento hacia todas las compañeras que he tenido en mi vida, desde las de mi infancia hasta Megan Rapinoe, que me dio el pase con el que marqué el gol del récord. Nunca jamás he recorrido todo el campo regateando ni marcado un gol yo sola. De no ser por mis compañeras, no habría marcado ni uno.

160 goles, nada menos.. ¿Qué se siente al saberse autora de esa cifra? Pensar en haber marcado tantos es sobrecogedor. ¡Significa que ya llevo bastante tiempo en esto! Alcanzar el nivel en el que estoy ahora ha requerido mucho sacrificio, pero me siento muy afortunada.

Y el gran momento llegó ante 20.000 hinchas, con un gol de cabeza marca de la casa Wambach. Explíquenos cómo fue ese momento en el entraba la pelota. Fue algo muy intenso, increíble. Me vino todo a la cabeza de repente: la familia, los viajes, el sacrificio, las compañeras. Mi familia también estaba en el estadio, y eso hizo que fuese muy especial. Desde los cuatro años, me ha apoyado en el fútbol. Muchas veces, mi familia soñaba por mí cuando yo no sabía lo buena que podría ser. Han batido el récord conmigo, y pude celebrarlo con ellos dentro de la cancha. Es difícil explicar con palabras lo especial que fue.

Usted fue compañera de Mia Hamm durante casi un año antes de que se retirase. ¿Habló con ella después del partido? Justo después del partido nos enviamos mensajes de texto. Ella fue una gran mentora para mí, y en algunos aspectos sigue siéndolo. Cuando era más joven y jugábamos juntas no me daba cuenta del impacto y la influencia que esta relación acabaría teniendo sobre mí.

¿Qué le provoca el haberla superado en la lista de goleadoras? Cuando me miro al espejo no veo a una persona que haya tenido la repercusión que Mia Hamm tuvo en el fútbol. Ella sigue siendo un ídolo, la mejor futbolista de todas y la mejor compañera. Logró muchísimo, de muchas formas distintas. Lo que hizo por el fútbol femenino es inconmensurable. Se alegró por mí, y ahora yo ya estoy deseando que alguien bata mi récord.

Se diría no quería batirlo... En un mundo perfecto, y si no me quedase aún el Mundial por ganar, me habría retirado el día en que empaté con ella. Pero ella, más que nadie, me enseñó que siempre queda otro capítulo por escribir. Lo importante son el equipo y el fútbol, no yo.

Las mujeres que formaron parte de los primeros años de la selección estadounidense hablan mucho de una armonía y una responsabilidad especiales. ¿Aún están presentes en el equipo esas cualidades? Yo aprendí de las mejores, desde Julie Foudy y Mia hasta Kristine Lilly. Ellas me inculcaron la idea de que hay que dejar el fútbol en una situación mejor que la que encontramos. Como selección nacional de Estados Unidos, tenemos una verdadera responsabilidad. Desde el principio hemos sido un equipo de primerísimo nivel, y tenemos que seguir siéndolo, tomándonoslo en serio.

¿Siguen siendo las estadounidenses pioneras en el avance del fútbol femenino? Si nos fijamos, podemos ver la influencia en selecciones como Japón, Alemania, Suecia, Canadá. Ahora consiguen cosas muchos equipos que antes no estaban ahí. Están invirtiendo en el fútbol femenino. En la mayoría de los diez principales equipos del mundo, todas las jugadoras son ya profesionales, y eso influye. Al principio, había futbolistas, como Joy Fawcett, Mia y Julie Foudy, que tenían que lavarse ellas mismas las camisetas.

La próxima Copa Mundial Femenina de la FIFA se celebrará en Canadá en 2015, y las selecciones participantes pasan de 16 a 24. ¿Es el próximo paso en la progresión del fútbol femenino? Habrá ocho equipos más, y puede que técnicamente no estén al mismo nivel que los ya consolidados, pero empezarán a avanzar a partir de ahí. Pueden empezar a ir subiendo peldaños. Nosotros somos la selección estadounidense, pero también jugamos por el fútbol de todo el mundo. Hablo con capitanas de selecciones de otros países y siempre me preguntan: ‘¿cómo consiguieron que su asociación empezase a tratarlas mejor?’. Tenemos la responsabilidad de servir de referencia.

Tienen ustedes un nuevo jefe en el banquillo ¿Cómo le va a Tom Sermanni desde que tomó el relevo a Pia Sundhage el año pasado? Aporta una pericia distinta, un tipo de conocimiento diferente al que habíamos visto. Aún se está adaptando, y nosotras, como equipo, intentamos ajustarnos a su manera de hacer las cosas. En Australia contaba con un nivel de calidad diferente, un presupuesto diferente, todo era distinto a lo que tiene ahora aquí, en Estados Unidos. Eso implica un proceso de aprendizaje para ambas partes.

Está experimentando con distintas alineaciones y esquemas, y alineando a algunas jugadoras en posiciones que no son las suyas habituales. ¿Qué le parece? Está demostrándonos que confía en su propia visión, que está interesado en aumentar el nivel. Quiere que practiquemos un fútbol bonito, igual que Pia . Pero también busca añadir esa tenacidad y robustez típicas de los deportistas estadounidenses.

En marzo conquistaron el noveno título de la Copa del Algarve. Parece que las cosas van en la dirección adecuada. utilizó la Copa del Algarve para evaluar a las jugadoras, y lo hizo de una manera innovadora. Planteó grandes preguntas, como ‘¿están mis jugadoras actuando en las posiciones adecuadas?’, ‘¿podrán las de más edad resistir 90 minutos en el Mundial?’, o ‘¿tengo que empezar a pensar en jugadoras más jóvenes?’. Es una persona que contempla la perspectiva general.

La Copa Mundial Femenina de la FIFA es el único gran trofeo que le falta. ¿Qué importancia tiene para usted la cita de 2015? ¿Podría ser el último gran torneo que dispute?

No pienso en el Mundial a cada instante, pero siempre lo tengo presente a la hora de tomar decisiones. Es mi gran objetivo, y hay un proceso para alcanzarlo, una forma correcta de hacerlo. Tengo que programarme. En 2015 tendré 35 años, así que ahora mismo no puedo ir a mil por hora. Debo medirme y dosificarme para estar en el mejor estado de forma de mi vida. Tengo que pensar de una manera inteligente, sin agobiarme con hipótesis.