Carlos Alberto Parreira (director del GET): “En los últimos años, hemos visto muchos cambios, tanto en el terreno de juego como fuera de él. Lo que no cambia es el talento, la calidad y la pasión por el juego. El talento es la mayor arma de un equipo Pero si fuera solo por el talento, Brasil habría sido campeón mundial más de cinco veces. En un Mundial, debes estar preparado y demostrar compromiso, hambre y pasión para ganar".

Marco van Basten: “Rusia ha organizado un torneo maravilloso y esperamos una gran final. Croacia tiene jugadores con mucha experiencia. Luka Modric lee muy bien el juego y guía a su equipo. Tener un jugador como él, te lleva lejos. Sin embargo, la mayor fortaleza de Croacia es su espíritu de lucha. Lo mostraron en todos los partidos. Los futbolistas franceses están jugando en los grandes clubes europeos. Es casi lógico que llegaran tan lejos en el torneo. Una final siempre es especial y serán las pequeñas cosas las que marcarán la diferencia”.

Bora Milutinović: “Lo más importante es saber quién eres y contra quién estás jugando. Para tener éxito, necesitas una buena preparación mental y atención a los detalles. Los ex campeones del mundo Argentina, Brasil y Alemania no llegaron a las semifinales, pero estoy convencido de que volverán más fuertes. Los resultados demuestran que el talento es importante, pero también lo es tener una buena actitud”.

Emmanuel Amunike: “Este torneo fue decepcionante para los equipos africanos porque las expectativas eran mucho mayores. El fútbol ha evolucionado mucho y continuará cambiando. Si no apoyamos el desarrollo de los jóvenes y seguimos soñando, no tendremos éxito. El talento por sí solo no te da buenos resultados. Tenemos la responsabilidad, no solo de confiar en ese talento, sino de enseñar a los jóvenes a prepararse para los partidos”.

Andy Roxburgh: “Me ha llamado la atención la flexibilidad táctica de los equipos, en los distintos partidos, pero también a lo largo de un mismo partido; por ejemplo en el juego Bélgica-Brasil. En esta Copa Mundial, pudimos ver mucha intensidad en la presión, lo que llamamos el ‘efecto Pep Guardiola’, y una gran variedad de estilos que hicieron que los partidos fueran increíblemente emocionantes. Las jugadas a balón parado resultaron ser un activo importante en el torneo”.