martes 10 noviembre 2020, 05:58

Antony Silva, el que siempre da la cara

  • Fue clave para Paraguay en la victoria sobre Venezuela

  • Habla del penal atajado, de su rol y de las eliminatorias

  • “Le pongo todas las fichas a estar en Catar”, dice a FIFA.com

- Cuando se paró tan recto a la pelota, sentí que no podría cruzar el remate, entonces no dudé en tirarme a mi izquierda. Y pateó justo ahí…

Antony Silva recuerda con precisión el penal que le atajó a Yangel Herrera en tiempo de descuento, y que permitió a Paraguay vencer por 1-0 a Venezuela por la segunda fecha de las eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™.

Es más, repasa vívidamente todo lo que sucedió desde que el árbitro apeló al VAR para ver si era falta sobre Rolf Feltscher. “Me repetía, ‘no nos puede estar pasando esto otra vez’”, dice Silva a FIFA.com, recordando el empate que había sufrido sobre la hora con Perú en la primera jornada.

“Hicimos el gasto desde el primer minuto, pero no les podíamos entrar. Les habían anulado un gol, hicimos el nuestro sobre el final… ¡Pero dieron 8 minutos de adicional, es casi otro partido! Y me repetía: ‘no nos puede estar pasando esto’…”.

Sancionado el penal, empezó el juego del gato y el ratón con el ejecutante. “Teníamos estudiados a varios pateadores, pero no a Herrera, que peleó para patearlo. Varios compañeros me decían que iba a cruzarlo, y me los imaginaba diciéndome, ‘¡te dije que lo cruzaba!”, relata entre risas el arquero de 36 años.

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Al mismo tiempo, sabía que no podría sacar ambos pies de la línea para impulsarse, según dicta la nueva regla. “Para mí ayuda al arquero, porque te obliga a esperar hasta el final para elegir a dónde tirarte. Y eso suele confundir al pateador”.

El arquero confió en lo suyo, desvió el remate y luego se preocupó por una cosa más: “Que mis compañeros no se distraigan felicitándome. Si nos hacen el gol en la segunda jugada, no hubiera valido de nada atajar el penal”, reflexiona.

Silva también había sido el protagonista del último penal atajado en el clasificatorio sudamericano: en marzo de 2017, en la competencia preliminar para Rusia 2018, se lo desvió a Neymar en Brasil, aunque ese día Paraguay perdió 3-0.

No me siento un especialista, y éste tuvo otro valor por lo que significó. Sacar 4 de los primeros 6 puntos es muy bueno. Te encarrila y te da más tranquilidad para trabajar”.

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Calma y bajo perfil

Tranquilidad era algo que le sobraba a Silva antes del partido. Y eso, a pesar de ser suplente en el debut contra Perú, y de las dudas que había generado en parte de la prensa y de la opinión pública su confirmación para atajar en Venezuela tras la lesión de Roberto Fernández.

“Sabía lo que se hablaba, pero llevo 20 años en la selección incluyendo las juveniles. No tenía que demostrarle nada a nadie”, recalca el aquero, que jugó las Copa Mundial Sub-17 de Trinidad y Tobago 2001, y la Sub-20 de Emiratos Árabes Unidos 2003.

“A los periodistas que decían que hacía 8 meses que no atajaba, ¡tenían razón! Mi último partido había sido con Huracán en febrero por la liga argentina, pero nunca dejé de entrenarme. Es más, venía haciéndolo con la selección antes de firmar con Nacional en septiembre”, dice Silva, quien se recuperó del COVID.

El arquero conoce las idas y vueltas del arco. “Arranqué de titular en la eliminatoria anterior, pero cambiaron los técnicos y prefirieron a otros. Volvieron a confiar en mí en el tramo final y, de estar prácticamente eliminados, casi jugamos el repechaje”.

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Silva inició en 11 de los 18 partidos de Paraguay rumbo a Rusia 2018, los primeros cuatro y los últimos siete. Con él, la Albirroja cosechó 16 de sus 24 puntos finales (el 66,66%), y recibió 11 de sus 25 goles en contra (promedió 1 por juego).

A pesar de todo, Silva jamás pondría en una situación incómoda a su entrenador Eduardo Berizzo. “Siento que le cumplí, porque me convocó cuando no venía jugando, pero nunca le exigiría nada. Estar listo es mi trabajo, y si vuelve el Gato seré el primero en alentarlo”.

Lo que viene

Al corto plazo, en el horizonte de Paraguay asoman Argentina afuera y Bolivia adentro. “Argentina tiene mucha jerarquía, pero aún no la vi rendir al máximo de su potencial. Además, como a todos salvo Brasil, no le resulta fácil jugar de local. Sería ideal ganar, pero no perder también estaría bien”, avisa.

Bolivia no atraviesa un buen momento, y es imperativo sumar de a tres en Paraguay, sobre todo si ya resignamos puntos con Perú. La obligación será nuestra y ya demostramos que podemos asumirla”.

A largo plazo, Silva siente que está ante es su última oportunidad de jugar un Mundial. “¡El siguiente queda algo lejos!”, admite risueñamente. “Después veré qué hago. Soy consciente de que, en cualquier caso, dependerá que siga rindiendo al máximo nivel. Por ahora le pongo todas las fichas a estar en Catar”.