lunes 21 marzo 2016, 14:17

Arango: "Venezuela no debe resignarse"

Después de vestir durante 16 años la camiseta vinotinto, y convertirse en el máximo exponente del fútbol de su país, el inicio de Venezuela en las eliminatorias hacia la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™ es un daga sorpresiva en el corazón de Juan Arango: cero puntos en cuatro partidos.

"¡Pero claro que no lo esperaba!", exclama Arango a FIFA.com vía telefónica desde Nueva York. "¿Cómo iba a imaginarme algo así con el material que hay? Era impensable ", agrega el volante de 35 años, jugador del Cosmos de la North American Soccer League (NASL), sobre el peor comienzo de la Vinotinto desde que el clasificatorio sudamericano se disputa con el sistema actual.

Arango decidió retirarse de la selección en septiembre de 2015, después de jugar su sexta Copa América y justo antes del inicio de la competencia preliminar mundialista. "No tenía la motivación para seguir, y Venezuela no se merecía eso. Preferí dejarle el lugar a otro que sí la tuviera", aclara el futbolista con más presencias en el seleccionado con 127 partidos, 58 de ellos por eliminatorias.

"Pero la falta de resultados no tiene nada que ver con mi retiro", continúa tajante. "Sencillamente no se ha jugado bien. Aún así mereció sumar algún punto, aunque el fútbol tiene mucho de rachas positivas y negativas. Lo importante es conseguir un buen resultado para revertir la tendencia. Hay que recuperar la confianza".

Honestidad brutal El camino parece cuesta arriba para sus ex compañeros, sobre todo considerando las estadísticas ante sus próximos dos rivales. Porque primero visitarán a Perú en Lima, donde Venezuela apenas ha conseguido un empate en siete visitas (0-0 en 2004). Y luego serán locales de Chile, que jamás ha perdido en suelo venezolano (5 victorias, las últimas 4 en fila, y 1 empate)

"Está complicado porque además quedan partidos bravísimos afuera, como el mismo Chile o Argentina. Y no sé si hubo algún equipo que, tras un inicio así, haya logrado clasificar al Mundial. Pero Venezuela no debe resignarse", alienta el ex capitán vinotinto, miembro del equipo que estuvo cerca su jugar su primero Mundial en Brasil 2014, luego de arañar el repechaje al terminar sexto el último clasificatorio.

Arango no esconde ni cómo ni cuánto le afecta el momento de la selección. Aún así, jamás ha considerado realmente la posibilidad de dar marchas atrás regresar a la Vinotinto, más allá de cuánto le tire el afecto por la camiseta.

"Mentiría si dijera que nunca se me cruzó por la cabeza, pero no más que a cualquiera que haya jugado tanto tiempo en su selección. No creo que ningún exfutbolista vaya a decirte algo distinto. Pero mi decisión no tiene vuelta atrás", afirma sin dudar el mediocampista, uno de los apenas cuatro jugadores en marcar en cuatro eliminatorias sudamericanas distintas.

Con un ojo en la Vinotinto De ahí que Arango esté plenamente concentrado en la novena escala en sus casi 20 años carrera, el Cosmos de Nueva York. Sí, el mismo en el que alguna vez jugaron Pelé y Franz Beckenbauer, que dejó de existir como equipo de fútbol de campo en 1985 y que desde 2013 compite otra vez en la renacida y pujante NASL.

El mismo que, bajo la dirección técnica del también venezolano Giovanni Savarese, conquistó el título en 2013 y 2015, el último con el español Raúl en el plantel. "Giovanni, además de ex compañero de selección, es amigo. Él me dijo que viniera, que podía aportarle a su proyecto futbolístico. Me gustó el desafío y aquí estoy", explica el nacido en Maracay.

Arango sabe del impacto que puede provocar su llegada tras destacar en España, Alemania  y México. "Mi compromiso no es sólo con Giovanni, sino con la organización y con esta ciudad que te deslumbra todo el tiempo. Quiero ayudar a que la franquicia gane, pero también a que la liga sigan creciendo. Es positivo que jugadores de experiencia vengan porque elevará el nivel general".

Pero Arango nunca dejará de hacerse el tiempo para seguir de cerca a su amada Venezuela, más no sea por televisión. Y hasta desliza una intimidad. "Ahora intento ver los partidos sólo, sin nadie al lado porque me pongo nervioso. Pero ahí estaré siempre, en las buenas y en las malas".