miércoles 12 agosto 2020, 09:59

Barcenas: "Quiero ser más importante para Panamá"

  • Con 26 años, será vital en el recambio generacional de Panamá

  • Luego de Rusia 2018 emigró al Real Oviedo español

  • "Quiero ser más protagonista de lo que fui antes", avisa

Fue una semillita que se sembró desde los cinco años y que poco a poco se convierte en árbol. Porque ya desde muy pequeño Yoel Bárcenas lo tenía muy claro: si quería dejar atrás la pobreza y sacar adelante a la familia, tenía que lograr el sueño de ser futbolista profesional.

Nacido en Colón, Bárcenas aprendió a regatear en las calles de la provincia panameña que ha dado grandes referentes al fútbol canalero de la talla de los hermanos Dely Valdés y Reynaldo Lewin.

“Es un barrio un poco sufrido. Esas ganas de triunfar que tienen los colonenses es la motivación extra al representar al país o tu club. Desde que empecé a jugar sabía que tenía que hacer las cosas bien para salir adelante y también ir al fútbol europeo”, comenta en una plática exclusiva con FIFA.com.

Y el Árabe Unido fue el lugar donde el sueño comenzó a hacerse realidad. Llegó con apenas nueve años y poco a poco fue cumpliendo con todo el proceso hasta debutar en 2012. “Todo depende de la mentalidad. El camino no es fácil; hay muchos baches. Pero desde que estuve entrenando siempre quise cumplir mi sueño”.

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Yoel Bárcenas, a detalle

  • Nació el 23 de octubre de 1993 en Colón, Panamá.

  • Mide 1.75 m y pesa 75 kg

  • Ha jugado en el Árabe Unido panameño, RNK Split (Croacia), Cafetaleros de Tapachula (México) y en el Real Oviedo español, su actual club

  • Juega de centrocampista

  • Es rápido, ágil, tiene regate y gran potencia física

Un par de años le bastaron al Mago para llegar a la selección y luego ser parte de un equipo que lograría lo que nadie en la historia de la selección canalera: clasificar a una Copa Mundial de la FIFA™:

"El momento más feliz de mi carrera sin ninguna duda fue la clasificación al Mundial. Había mucha expectativa, era la primera vez que se lograba y yo estaba muy feliz de haber logrado ese hecho histórico con la selección".

Luego, todo fue más alegrías en tierras mundialistas. "La emoción más grande es clasificar porque es lo más difícil y el camino es complicado. Pero ya cuando estás ahí son también muchas sensaciones agradables. El primer partido contra Bélgica fue una emoción inmensa; varios lloramos por la alegría que sentíamos. Es una sensación indescriptible y bonita que ojalá se pueda repetir".

Y esa ansiada felicidad se le volvió una necesidad que busca repetir en Catar 2022™. Pero ahora tiene 26 años y los últimos dos ganando mucha madurez en el Real Oviedo español.

"Vivir en Europa cambió mi manera de ver el fútbol. Conocí mucho viendo la cultura europea, donde uno se esfuerza todos los días por mejorar y enfrentar los partidos de la mejor manera. Siempre trato de aprender de todas las personas que me pueden enseñar".

Alma de líder

Ese recorrido y cúmulo de experiencias lo vuelven un candidato natural a convertirse en uno de los jugadores referentes de Panamá ahora que viven un intenso cambio generacional.

"Yo estoy listo y estoy entrenando para ser importante para Panamá. No sé si seré o no referente, pero quiero ser más protagonista de lo que fui antes. Ya viví una etapa de adaptación e ingreso a la selección y la tomé bien. Ya he pasado un Mundial, jugado en Europa, y ahora quiero ser más importante para la selección".

Pero el camino nunca ha sido de rosas para Panamá. Y ahora no pinta para ser uno muy distinto. Sacrificio, mucho esfuerzo y la capacidad de liderazgo de jugadores que, como él, desde muy jóvenes la vida les dejó muy claro que nada es fácil, que todo cuesta mucho y que hay que dar más del 100% para lograr convertir en realidad sus ilusiones dentro y fuera de la cancha:

“Está complicado. Se nos está dando otra oportunidad porque ya estábamos prácticamente fuera y tenemos que aprovecharla. Y también hay que recordar siempre que se nos puede ir otra vez la oportunidad. Pero haciendo las cosas bien por lo menos podemos llegar a la etapa final de la eliminatoria de Concacaf. Físicamente somos buenos; tenemos buena genética. Somos fuertes y rápidos. Lo que nos faltaría es mejorar el orden y la táctica”, finaliza.

Por fortuna, en Panamá cuentan con Yoel Bárcenas, el joven que comenzó a soñar a los cinco años y que hoy en día tiene la meta clara de que las alegrías mundialistas no sean un asunto de los libros de historia. ¿Lo logrará? Que ruede la pelota en Concacaf...