En 2011, Ruanda logró la clasificación para su primer torneo oficial de la FIFA, la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA™. Fue una gesta que resonó por todo el país, y aunque la selección se despidiese entonces de México en la primera fase, tras registrar dos derrotas y un empate, los jóvenes Amavubi dejaron entrever grandes perspectivas de futuro para el fútbol ruandés.

“Para mí representó un reto totalmente nuevo”, recuerda Emery Bayisenge en su charla con FIFA.com. “Nos sometimos a una preparación muy exigente para el torneo, y jugar contra Inglaterra, Uruguay y Canadá fue algo surrealista. Tuve que enfrentarme con un jugador de tanta calidad como Raheem Sterling, aún pienso mucho en ello. Y es imposible olvidar lo lindos que eran los estadios de México…”.

Seis meses más tarde el zaguero recibió la convocatoria de la selección absoluta, y ha progresado hasta convertirse en uno de sus pilares, con 50 internacionalidades a los 26 años. Son pocos los integrantes de la generación que compitió en México 2011 que se han consolidado en la máxima categoría del combinado nacional. “Me he esforzado mucho para seguir rindiendo y merecerme un puesto en la selección. Jugar en el extranjero me ha ayudado a mantenerme a punto y listo para servir a mi país”, explica Bayisenge, que empezó a exportar su talento en 2016, cuando llegó a Marruecos (KAC Kénitra y JS Massira), para luego poner rumbo a Bangladesh en 2019.

“En Bangladesh a la gente le apasiona el fútbol. Casi todos los estadios están llenos, aunque los hinchas no hagan tanto ruido como los de Marruecos. Mi sueño sería jugar en Europa, pero estoy muy bien aquí”, confiesa.

Y Bayisenge también sueña a lo grande con los colores de su país. Actualmente, Ruanda únicamente suma una participación en la Copa Africana de Naciones, la de Túnez 2004. Los Amavubi no hicieron un mal papel en aquel torneo, con una victoria, un empate y una derrota, pero no superarían la primera ronda. El sueño de Bayisenge y los suyos es ahora alcanzar la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, tras superar la primera ronda en septiembre de 2019, con un espectacular tanteo global de 10-0 ante las Seychelles.

“Tenemos opciones”, afirma el sólido defensor refiriéndose a la segunda ronda, cuyo sorteo se celebró el pasado 21 de enero, en El Cairo, y que en su opinión les deparó un Grupo E asequible. “Nos han tocado dos países vecinos, Kenia y Uganda, y también Malí. Creo que tenemos cualidades suficientes para vencer a cualquiera en esta liguilla”.

Si bien admite que la selección actual “no es necesariamente la mejor que haya tenido el país”, Bayisenge ha depositado grandes esperanzas en la generación que viene pidiendo paso. “Atravesamos una dinámica positiva, y los últimos resultados me hacen pensar que nos esperan días mejores. Si conseguimos reforzar el plantel actual con los jóvenes ruandeses que compiten en el extranjero y pueden optar a jugar con otros países, le auguro un gran futuro a la selección”. Catar está todavía lejos, pero la generación de México 2011 demostró que todo era posible.