domingo 01 julio 2018, 07:57

Casemiro, la fuerza estabilizadora de Brasil

  • Casemiro es el ancha que da equilibrio al juego de Brasil

  • Tras una infancia marcada por la pobreza, está cumpliendo sus sueños

  • Su concurso ante México puede ser clave para el éxito de los hombres de Tite

Por Giancarlo Giampietro, con Brasil

Detrás de un gran ataque, ¿hay un gran volante defensivo? Puede que no sea exactamente una regla, pero el desempeño de Casemiro con la selección brasileña apunta a que tiene mucho de cierto.

Aunque el centrocampista es el primero en afirmar que no hace nada él solo, no cabe duda de que supone una fuerza estabilizadora para su combinado nacional, igual que en el Real Madrid.

“Estoy cómodo. Siempre digo que el míster [Tite] me pide hacer prácticamente lo mismo que hago en mi club. Si estoy aquí es por haber hecho un gran trabajo allí y porque él confía en mí”, explica a la FIFA. “Claro que siempre se requiere algún ajuste u otro, pero él procura que conservemos nuestras características. Es un mérito que tiene, no puedo dejar de mencionarlo”.

Y cuando llegue la hora de medirse con un México, en teoría más agresivo, este lunes en Samara, su fútbol adquirirá una importancia mayor si cabe. Por momentos, Casemiro transmite la impresión de estar por toda la cancha, multiplicándose en apoyo de las figuras de su equipo.

“Su dominio de la posición es impresionante, como la ocupación que hace del espacio y su nivel de concentración. Tiene visión periférica hasta en el vestuario”, analiza con humor Tite.

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Un público VIP

En el fútbol, lo natural es que la gente de ataque sea la que más atención atraiga. Y Casemiro no se queja por ello. Es posible que su calidad pase algo desapercibida para los hinchas, pero sí suscita la admiración de un público específico: los entrenadores.

“Es el jugador más importante para el equilibrio del Real Madrid”, señaló Diego Simeone, técnico del Atlético de Madrid, al analizar a su rival. “Desde que es titular, el equipo ha cambiado mucho”, indicó por su parte Massimo Allegri, del Juventus.

Y si los adversarios lo aplauden, qué no dirá el que ha sido su último técnico en el club blanco, Zinedine Zidane, uno de los responsables de su consolidación en el cuadro madridista. “Consigue que haya equilibrio entre defensa y ataque. No debería sorprender a nadie. Tiene confianza y mejora a cada año que pasa”, dijo el francés.

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Un adulto precoz

Casemiro admite que, al principio de su relación con Zidane, incluso le daba vergüenza dirigirse a él, aunque su progresión ha derribado esa barrera de forma natural. A día de hoy, por muy reservado que sea fuera de la cancha, si se trata de hablar de fútbol y de táctica, se suelta.

El propio Tite ha contado que de algunas charlas con su jugador sacó ideas decisivas para los triunfos sobre Uruguay y Colombia en la competición preliminar.

Y dejando al margen su visión de juego, si tenemos en cuenta su trayectoria profesional, tras padecer la pobreza en su infancia, Casemiro debería desprenderse ya de la timidez para hablar con los grandes del fútbol. Es el primogénito de su familia, que su padre abandonó muy pronto, y tuvo que ayudar a su madre, Magda, a cuidar de sus dos hermanos.

Así fue hasta los 14 años, cuando salió de São José dos Campos rumbo a São Paulo para incorporarse a la cantera del club que lleva el nombre de la ciudad. Las dietas que recibía prácticamente llegaban para pagar los gastos de casa.

En cuatro años ya había alcanzado las categorías inferiores de la selección y el plantel profesional, y la situación económica se estabilizó. “Cuando debuté en el Mundial, me pasó por la cabeza una pequeña película, sobre la consecución de un sueño. Y, al mismo tiempo, pienso en otro logro para ese sueño. Quiero ganar”, confiesa el volante, que, como vemos, es el punto de equilibrio de algo mayor.