jueves 20 mayo 2021, 02:53

Casillas: "Desde hace dos años celebro el día que volví a nacer"

  • En mayo de 2019 sufrió un infarto que ha cambiado sus prioridades

  • Nos cuenta sus preocupaciones, nuevos proyectos y algunos recuerdos

  • FIFA.com charla con un Iker Casillas que cumple 40 años este 20 de mayo

“Los futbolistas creemos que estamos más controlados y que por eso no vamos a sufrir problemas cardiacos, pero casos como el mío o más graves demuestran que desgraciadamente no es así”, nos cuenta Iker Casillas sobre lo que a día de hoy más le preocupa el día que cumple 40 años.

El 1 de mayo de 2019 su vida dio un vuelco. El campeón del Mundo en 2010 sufrió un infarto mientras se entrenaba con su equipo, el FC Porto. Ese día todo cambió y tuvo que dejar lo que más le gustaba, el fútbol. Aun así, centró su motivación e ilusión en nuevos proyectos.

Coincidiendo con su 40 cumpleaños, FIFA.com charla con Iker Casillas para conocer estos proyectos y recordar algunos de los momentos que marcaron su carrera.

Felicidades por tu 40 cumpleaños. ¿Cómo de especial es este día?

Muchas gracias por la felicitación. El día de mi cumpleaños siempre ha sido especial, pero desde hace dos años celebro también la fecha en la que sufrí el infarto. Ese día volví a nacer.

Fue en 2019 y te obligó a retirarte del fútbol. ¿Ha cambiado tus prioridades y tu manera de enfocar tu relación con el fútbol?

El infarto me cambió la vida, por supuesto. Me obligó a dejar lo que más me gusta, que es jugar al fútbol, cuando todavía mantenía mi ilusión en lo más alto.

Pero, por suerte, la vida sigue, solo cambian las prioridades y ahora estoy ilusionado y ocupado con esta etapa de mi vida y mi trabajo en el Real Madrid, mi Fundación, La Liga o mis proyectos empresariales.

¿Nos explicas esa necesidad de concienciar sobre las enfermedades cardíacas y salvar vidas?

Es importante concienciar a todo el mundo de que las enfermedades cardiacas se pueden detectar y prevenir seas o no deportista. Los chequeos rutinarios deberían ser habituales para evitar sustos desagradables.

Colaboro con diversas iniciativas con el fin de apoyar proyectos de investigación. Entre ellas me siento especialmente orgulloso del proyecto con Idoven, una startup cardiológica que combina tecnología de inteligencia con médicos cardiólogos. El objetivo de detectar y prevenir la muerte súbita.

¿Es importante que los jugadores sean conscientes de que pueden sufrir problemas cardíacos?

Los futbolistas creemos que estamos más controlados y que por eso no vamos a sufrir estos problemas. Casos como el mío u otros más graves nos demuestran que desgraciadamente no es así. El deportista de élite está más expuesto por esa exigencia física que hace que llevemos más al límite nuestro cuerpo y sufre momentos de estrés por las competiciones que pueden aumentar el riesgo de que estos problemas aparezcan.

Teniendo todo esto en cuenta ¿con qué te quedarías de tu carrera? ¿Das más valor a todo lo vivido como jugador?

Me quedo con todo porque los buenos momentos son excepcionales pero los no tan buenos son capaces de hacerte mejor. Pero mi debut con el Real Madrid, mi primera Champions, las dos Eurocopas y lógicamente el Mundial de Sudáfrica son recuerdos imborrables.

Fuiste parte fundamental de la época dorada que cambió a España… ¿Qué recuerdas de aquella EURO 2008 y la figura de Luis Aragonés?

El mejor recuerdo es el ambiente que teníamos en la selección. Éramos compañeros y amigos. El grupo era una piña que lideraba Luis Aragonés, que fue el que realmente nos transmitió esa confianza y nos obligó a creer que podríamos hacer lo que nos propusiésemos.

Después la Copa Mundial 2010 de Sudáfrica. ¿Cómo recuerdas los días previos siendo campeones de Europa y la ilusión del país?

Los recuerdo con confianza. Teníamos un grupo tremendamente fuerte, solidario con el resto de los compañeros, en definitiva, éramos un EQUIPO. Evidentemente después de ganar la Euro íbamos con la etiqueta de posibles favoritos y eso siempre es una presión y responsabilidad añadida.

Sabes que tienes a todo un país detrás y que está en tus manos tener todos un mismo objetivo. Creíamos que podíamos ser campeones del mundo por primera vez en la historia y eso nos hacía tener una fuerza mental y una confianza que nos llevó en volandas a por el título, no sin algo de sufrimiento...

El Mundial comienza con una derrota ante Suiza. Menos el 2-0 a Honduras, todos los triunfos hasta la final son por la mínima…

Fuimos de menos a más. Ningún partido lo ganamos con clara superioridad, pero éramos un equipo muy compensado. Sabíamos que siempre marcaríamos y que era muy complicado hacernos gol. Esa solidez en todas las líneas y llevar siempre el control de los partidos nos hacía estar seguros del éxito.

La parada a Robben, cómo te felicita Puyol, tus lágrimas tras el gol de Iniesta. ¿Qué recuerdas de esos momentos de la final del Mundial 2010?

Mi recuerdo es que no fue gol…. jaja. Todo pasa muy rápido, pero cuando vi venir a Robben fue como si el tiempo se ralentizara, fuese a cámara lenta. Cuando cruza el balón consigo sacar el pie para desviarlo. Un lance del juego que quedara siempre ahí.

En cuanto a Puyi, la verdad es que no recuerdo muy bien lo que me dijo porque es un momento de muchas emociones. Sólo recuerdo que me apretó fuerte. El gol de Andrés lo tiene todo. La jugada nace en defensa con galopada de Navas por la banda. Iniesta, Cesc abre para Torres que busca a Andrés, pero cortan y el balón vuelve a Cesc que ya sí encuentra a Iniesta...

Lo recuerdo a cámara lenta, el golpeo, el momento del partido, lo que significaba… A partir de ahí explotas, afloran todos los sentimientos que teníamos contenidos, la locura colectiva…

El círculo se cierra con el 4-0 a Italia en la final de la EURO 2012, mayor triunfo en la historia de las finales de la EURO…

Nunca se había ganado la final por esa diferencia, pero también sentíamos mucho respeto por el rival. Enfrente estaba mi admirado amigo Buffon y en parte te pones también en su piel.

A nivel de clubes, lo has ganado todo con el Real Madrid. Desde que en 1997 viajas a Noruega al gran capitán que levanta tres Champions League… ¿Qué recuerdas?

Recuerdo todo como una evolución. Desde que me sacaron del colegio para ir convocado en la Champions, viví una carrera que no siempre fue de color de rosa. Los títulos son muy importantes, pero para mí el mejor momento fue cuando llegué al Real Madrid con 9 años.

Empecé de titular muy joven debutando en la Catedral [San Mamés, Bilbao], un momento que me marca. Volví al Castilla. Pasé una temporada en la que César era el titular y de esa competencia también se aprende para ser mejor, para superarte. Todo lo que me ha pasado, lo bueno y lo menos bueno, era necesario para llegar hasta aquí.

Momentos en la vida de Iker en sus palabras:

“El debut con el primer equipo en un estadio mítico como San Mamés te marca. Es un momento mágico”. Sobre su debut con el Real Madrid un 12 de septiembre de 1999

“El punto de inflexión fue el partido de Italia en cuartos. Por fin la maldición de cuartos era historia y esta generación de futbolistas estaba preparada para conseguir grandes cosas”. Su primer título con España, la UEFA EURO 2008

“Es el mayor título que puedes conseguir con tu selección. Pero significa mucho más. Yo tuve el honor y el orgullo de ser el capitán en ese momento, pero la Copa la estaban levantando todos mis compañeros conmigo y todos los españoles. Al volver a España nos dimos cuenta al ver la que habíamos montado”. Lo que supuso para España la Copa Mundial de la FIFA 2010

“Era la confirmación del dominio de esta generación en el fútbol mundial. España había creado un estilo, un modelo de juego que creó escuela en todo el mundo y que enamoraba a los aficionados”. Sobre el título en la UEFA EURO 2012 y el cierre del círculo de triunfos 2008-2010-2012

“Fue la mejor decisión una vez que mi etapa en el Real Madrid como futbolista terminó. El Oporto es otro grande de Europa y me permitió seguir compitiendo al máximo nivel. Siempre le estaremos agradecidos. El cariño del club y la afición nos ayudaron a adaptarnos rápidamente”. Sobre su marcha al Oporto en el verano de 2015