“Estoy muy contento por haber ganado las ligas de Inglaterra, España e Italia”, dijo Cristiano Ronaldo mientras lo duchaban en champán en 2019. “Siempre sienta bien ser el único jugador de la historia en haber conseguido algo”.

Sin embargo, Ronaldo ya no ostenta esta distinción en solitario. Su viejo amigo Danilo también conquistó La Liga con el portugués, ganó dos campeonatos seguidos con el Manchester City y, este mismo año, completó este singular triplete en las filas del Juventus.

El carrilero brasileño de 29 años interrumpió amablemente una sesión de yoga con su perro Jonny, un bulldog francés, para hablar de sus compañeros Ronaldo y Neymar, de su excompañero Kevin De Bruyne, de los primeros días de Andrea Pirlo en el banquillo de la Juve, de cómo fue trabajar con Zinédine Zidane y Pep Guardiola, y de la sensación única que supone jugar una Copa Mundial de la FIFA™.

Tienen dos maneras de trabajar totalmente distintas, pero ambas experiencias fueron muy enriquecedoras para mi desarrollo. Zidane es muy tranquilo, genuino y carismático. Saca lo mejor de sus futbolistas haciéndoles sentirse a gusto. Fue fantástico trabajar con él en una etapa de muchos éxitos con el Real Madrid. Acabamos teniendo una muy buena relación. Y Guardiola es todo lo contrario: es muy intenso y saca lo mejor de sus jugadores a través de esa intensidad. Estuve dos años con él, en los que también conseguimos buenos resultados. Me ayudó a dar lo máximo en cada minuto de partido a base de intensidad. Así es como trabaja él.

Para mí, Kevin es, sin duda, uno de los mejores futbolistas del mundo en su posición. Si lo analizas, y si analizas también sus asistencias y sus goles, ves que se emplea a fondo, que ayuda mucho al equipo en el apartado táctico y que siempre está muy bien posicionado. Es un líder en el Manchester City. No hay duda de que es uno de los jugadores más en forma del mundo, por no decir el que más. Pero no es algo nuevo de ahora. Lleva varios años a este nivel. Es el fruto de su trabajo, de cómo vive su profesión, de cómo vive el fútbol. Creo que puede crecer aún más y ser el líder del Manchester City en los próximos años.

Considero que fue un buen año, un año de adaptación. Dejé la Premier League, que es totalmente distinta al campeonato italiano en términos tácticos y físicos, e intenté adaptarme lo antes posible. Jugué muchos partidos y ganamos el Scudetto, pero está claro que el objetivo de la Juve es ganar la Liga de Campeones, y no lo logramos. Espero que mi segundo año sea mejor y que me respeten las lesiones.

Era un futbolista único. No era el más rápido, pero era un gran estratega y tenía una calidad indiscutible con el balón en los pies. De hecho, ha participado en un par de entrenamientos en los últimos días y sigue siendo increíble. Su visión, su técnica... Si se nos lesiona alguien, ¿quién sabe? [ríe] Todavía está para jugar.

Es muy tranquilo. Entiende muy bien la mentalidad de los futbolistas en la cancha, porque colgó las botas hace nada. Conoce el club a la perfección. Sabe cómo hacer que cale su mensaje, cómo hablar individualmente con los jugadores y sacar lo mejor de ellos. Además, ha estado poniendo práctica algunas ideas tácticas buenísimas, y tiene muy claro cómo quiere que juegue su equipo, lo cual me gusta mucho. Los primeros días con Andrea han sido muy positivos.

Cristiano es una figura indiscutible. Lo que hace en la cancha, sus números, lo dicen todo. Es muy competitivo en los entrenamientos, y eso se nota luego en los partidos. Tiene tantas cualidades... Quizá lo que lo distingue de los demás es que es bueno en todas las facetas del juego. Y es un tío estupendo. Me llevo muy bien con él. Compartimos vestuario dos años en el Real Madrid, y ahora somos compañeros en la Juve. Hablamos de cualquier cosa. Tiene un lado muy humano. Siempre me está preguntado por Brasil. Ahora, con la COVID, me pregunta constantemente cómo está la situación en mi país. Se preocupa. Es muy buena persona, muy agradable.

Es muy difícil decirlo. Son ligas completamente diferentes. En cuanto a calidad, España. Independientemente de si son equipos grandes o pequeños, siempre intentan atacar, aprovechar los puntos débiles del rival, ganar y jugar al fútbol. En Inglaterra, todo es muy físico, apasionado, intenso. El juego nunca se detiene. Es un estilo de fútbol que me gustaba mucho. Y en Italia es muy táctico. Un poco más inteligente, más planificado. A los delanteros les cuesta mucho encontrar espacios. Cada campeonato tiene sus seguidores porque cada uno de ellos tiene su idiosincrasia.

Fue una mezcla de sentimientos. La explosión de alegría por debutar en un Mundial, vivir el ambiente mundialista. Y después, la frustración de las dos lesiones que me impidieron jugar. Pero, en general, fue muy positiva. Es una experiencia única, el objetivo de cualquier jugador. Cuando estás allí, tienes la sensación de haber cumplido un sueño. Disfrutar de esa experiencia y quedarme sin jugar cuando me moría de ganas de saltar a la cancha me hace desear aún más ir al próximo Mundial.

No, no ha sido frustrante en absoluto. Llevo casi diez años yendo y viniendo a la selección, y yo lo considero un hito importante, principalmente por mis orígenes, por mi trayectoria. La gente decía que Brasil tenía carencias en la posición de lateral derecho, pero siempre ha sido todo lo contrario. En los últimos diez años han estado Maicon y Daniel Alves. La calidad de los laterales derechos es excelente, y la competencia por hacerse un hueco es muy dura.

Para mí, Neymar está, sin ninguna duda, entre los mejores jugadores del planeta, en un punto al que muy pocos llegan. Lo conozco desde hace más de diez años, de cuando jugábamos en el Santos y en la Seleção. Le he visto hacer cosas increíbles en primera persona. Por eso, cada vez que se inventa algo nuevo no me sorprende, porque sé que tiene un talento superior al de cualquier otro futbolista en activo.

[Ríe] Eso espero. El clasificatorio será difícil. El fútbol ha evolucionado muchísimo, tanto táctica como físicamente. Ahora todo está mucho más igualado, pero nuestro objetivo es ganar el Mundial. Tenemos jugadores con talento y experiencia.

España está en buena forma. Francia cuenta con una magnífica generación. Y yo incluiría también a Bélgica y Países Bajos, que están brillando últimamente. Luego están las selecciones consagradas, como Italia y Argentina. En un torneo como la Copa Mundial, además de la calidad, la historia también pesa mucho.