lunes 18 julio 2016, 07:57

Del Bosque: "Me voy con la sensación del deber cumplido"

Tomó a un equipo en la cima de Europa en 2008 y lo guió a la cima del mundo dos años después. Siguió con su liderazgo triunfal hasta sellar una histórica e inédita serie, revalidando el título de campeón europeo. El descenso de tan altas cumbres fue abrupto y doloroso.

Tras la conquista de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010™ y la Euro 2012, los malos resultados en el Mundial de Brasil 2014 y la discreta actuación en la Euro 2016 abrieron la caja de los truenos, y Vicente del Bosque decidió dar un paso al costado. Él aclara, sin embargo, que se habría marchado aun incluso ganando un nuevo título continental.

Antes de abandonar oficialmente el cargo, el seleccionador español ha atendido en exclusiva a FIFA.com para hacer balance de su etapa en el banquillo de la Roja. Se le nota el alivio tras unas semanas convulsas en las que, casi por primera vez en su carrera, se le oyó recriminar en público el comportamiento a cierto sector de la prensa y hasta a su capitán, Iker Casillas, con el que, finalmente, hizo las paces.

Recuperado su habitual tono sosegado, Del Bosque analiza, siempre en plural, los éxitos; agradece la herencia recibida; y se va siendo optimista con su legado y convertido ya en el máximo apoyo de su todavía desconocido sucesor.

Sr. Del Bosque, tras ocho años como seleccionador español, llega el momento de dejar el puesto ¿Qué balance hace de esta etapa? Ha habido de todo. Hemos tenido oportunidad de ganar muchas cosas, pero también hemos tenido derrotas. Así es el deporte. Pero me voy con la conciencia tranquila y la sensación del deber cumplido con el fútbol español.

¿Hay algún sentimiento preponderante? ¿Alivio, decepción, satisfacción? He sido feliz entrenando a la selección española. Hemos tenido años muy buenos. Incluso en estos años del Mundial de Brasil y la Eurocopa de Francia, que no han sido tan positivos. Yo hago un análisis más global. Sé que han habido cosas muy buenas. Hemos jugado 36 partidos de clasificación para estos grandes torneos y hemos ganado 33. Sólo perdimos uno. Son datos relevantes. Hemos mantenido y potenciado el estilo de juego de la selección española, que es tan reconocido.

Sin duda, la conquista de la Copa Mundial en Sudáfrica es el hito más relevante de su etapa con la Roja. Pero, más allá de los títulos, ¿de qué está más orgulloso cuando repasa su trabajo? Para nosotros, los principales protagonistas de este deporte son los jugadores. Ellos han tenido un gran comportamiento, han sido campeones dentro del campo y un buen ejemplo fuera del terreno de juego. Hemos intentado que así fuera siempre y creo que se ha conseguido la mayoría del tiempo.

¿Se arrepiente de algo? No, la verdad que no. No digo que me voy con todos los deberes hechos, porque sabíamos que eso era imposible, inalcanzable. Ganar otro Mundial y otra Eurocopa era casi imposible. Me voy con la sensación de no dejar nada pendiente. Mantuvimos el gran trabajo que heredamos en 2008 de Luis Aragonés, y dejamos una selección con la que se puede y se debe ser optimista.

Precisamente, usted siempre ha sido muy agradecido con lo que hizo Aragonés. Explíquenos cuál fue esa herencia y qué legado le deja usted a quien venga. Heredamos un estilo y un camino hecho. Pero luego cada entrenador, desde su formación, con su carácter y su personalidad, pues lo orienta a su manera. No hay dos entrenadores iguales, pero yo creo que el camino estaba muy bien trazado en aquel momento, en 2008. Ahora creo que el equipo está bien orientado, con la salvedad de que, el que venga, va a tener que incorporar a los jugadores que lo merezcan, como nosotros hicimos en su momento.

Ser seleccionador con una generación como la que tuvo el fútbol español es un regalo. Pero, ¿cuál es la peor parte de este trabajo? Cuando tienes que tomar decisiones intentando elegir a los mejores y a lo mejor no aciertas, porque los márgenes son escasos. Pues en el apartado negativo apunto eso, que a veces, en la elección de jugadores, tal vez hemos perjudicado a alguno... sin ninguna maldad nunca.

En la receta del éxito de todo equipo se combinan el talento de una generación de jugadores y la mano del entrenador. ¿Qué porcentaje se lleva cada parte? Lo principal es contar con una buena materia prima y luego están la sensatez y el equilibro de un entrenador. Hay dos aspectos en los que tiene que influir el técnico: debe ser un buen líder en la convivencia y lograr cordialidad en el grupo, y en segundo lugar, debe dar las herramientas para que el equipo sea un gran equipo en toda la extensión de la palabra.

El fútbol no tiene memoria. En su etapa lo ha vivido de primera mano. Fue Entrenador Mundial de la FIFA en 2012 y llovían los elogios cuando se ganaba. Cuando las cosas no han ido bien, las críticas han sido implacables. ¿Cómo ha convivido con esa realidad más amarga? En líneas generales no me puedo quejar. En los momentos de derrotas, pues... es normal. Todos sabemos que vivimos siempre en los extremos. No podemos luchar contra aquellos que permanentemente están en contra de la selección española. Pero, en general, no estoy descontento. Hemos generado más simpatía y afecto que lo contrario.

España alcanzó el éxito jugando con un estilo muy particular. Tras lo sucedido en Brasil y en la Eurocopa se ha abierto un debate. En su opinión, como suele decir Xavi Hernández, ¿el estilo debe ser innegociable? ¿O quizás sea tiempo de probar cosas nuevas? Es una decisión del nuevo seleccionador y no creo que yo deba intoxicar nada. Me mantengo al margen. Quien venga lo decidirá y lo hará bien.

¿Se anima con algún consejo para el que venga? No, no, no, en absoluto. Cada uno vemos el fútbol de una forma, y lo que a mí me puede parecer, quizá el próximo no lo comparta… El siguiente seleccionador debe tener absoluta libertad para obrar como crea conveniente.

Y, ¿cómo va a ser la vida de Vicente Del Bosque jubilado? ¿Qué le apetece hacer? Aún no me lo he planteado, pero no soy un nostálgico del pasado. Intentaremos vivir la vida de la mejor manera, con menos responsabilidades. Estaremos más tranquilos. De momento, dedicar tiempo a la familia y cuidar que tengamos salud, que es lo más importante.

¿Qué mensaje de despedida le ha tocado de manera más especial? Han sido muchos, muchísimos. De amigos, jugadores, gente del fútbol, aficionados anónimos... Todos han sido mensajes cariñosos. Así que me voy muy agradecido.