lunes 20 julio 2020, 05:41

El Badry: "Queremos clasificarnos al Mundial 2022"

  • Hossam El Badry concede a FIFA.com una entrevista que se publicará en dos partes

  • El seleccionador egipcio revela cómo fue su elección y qué supuso para él

  • También analiza el grupo de Egipto en la fase de clasificación para Catar 2022

Dos años atrás, Egipto por fin acabó con su sequía de 28 años sin acudir a una Copa Mundial de la FIFATM. Después de haber disputado su segunda cita mundialista en Italia 1990, los Faraones regresaron a la competición en Rusia 2018. Tras ese logro, los aficionados egipcios se ilusionaron con una posible vuelta de los días de gloria, pero se llevaron un jarro de agua fría con la sorprendente eliminación de su selección en los octavos de final de la Copa Africana de Naciones 2019, celebrada en casa.

Inevitablemente, muchas voces reclamaron un cambio, pues la afición temía otro bajón similar al que sufrió Egipto tras ganar tres títulos continentales seguidos entre 2006 y 2010. Así, Javier Aguirre fue destituido como seleccionador y muchos pidieron que lo sustituyese un técnico local, argumentando que un egipcio estaría mejor preparado para entender a los jugadores y dirigir al equipo.

La Federación Egipcia de Fútbol (EFF) emprendió una búsqueda del candidato nacional idóneo; alguien con dotes de liderazgo contrastadas, un historial de títulos ganados, y capacidad para ganarse el respeto de los jugadores.

Un hombre cumplía todos esos requisitos y más: Hossam El Badry. El técnico de 60 años se curtió como ayudante de Manuel José en Al Ahly durante la época dorada de los Diablos Rojos. Y cuando tomó las riendas del grande cairota, gozó de un éxito considerable, demostrando ser uno de los mejores entrenadores del país.

El Badry fue nombrado seleccionador de Egipto en septiembre de 2019, y en noviembre dirigió sus primeros partidos oficiales: dos clasificatorios para la Copa Africana de Naciones 2021.

Desde entonces, El Badry ha estado perfilando su proyecto para el equipo en los dos próximos años y, en plena suspensión del fútbol, concedió a FIFA.com una entrevista que se publicará en dos partes. En la primera, habla de cómo fue su nombramiento, sus objetivos con el equipo y su opinión sobre el grupo de Egipto en el camino hacia Catar 2022.

Volvamos al principio. ¿Qué sintió cuando la EFF inició las negociaciones para convertirlo en su seleccionador nacional?

Fue un sentimiento fantástico. Llevaba mucho tiempo esperando esta oportunidad. Siempre que pasaba por la sede de la EFF, rezaba a Alá para conseguir este trabajo. Es un gran honor para cualquiera desempeñar esta tarea. Como entrenador, lo quería porque es la culminación de mi larga carrera en los banquillos. Simplemente espero que la suerte me acompañe en esta difícil pero apreciada labor.

¿Qué cree que inclinó la balanza a su favor?

Hubo unas cuantas reuniones en las que compartí mi punto de vista y métodos de trabajo. Propuse los objetivos que tenemos que conseguir; principalmente clasificarnos para el Mundial de 2022 y para la próxima Copa Africana de Naciones, además de construir un equipo que pueda durar años. Sin embargo, los criterios para elegir seleccionador los estableció la EFF. Lo que yo puedo decir es que tengo un buen currículo. Empecé mi carrera como entrenador hace 32 años y he ganado 32 títulos; 10 de ellos como entrenador principal [9 con Al Ahly y 1 con Al Merrikh].

Su nombramiento llega después de cinco años con seleccionadores extranjeros. ¿En qué medida confían los aficionados egipcios en tener un seleccionador nativo?

La gente de aquí tiene fe en que un técnico local pueda guiar a la selección hacia la gloria. Nuestros mayores logros llegaron de la mano de entrenadores egipcios; el difunto Mahmoud El Gohary nos llevó al Mundial tras muchas décadas de ausencia, y Hassan Shehata nos llevó a conquistar tres títulos continentales seguidos. Eso hace que la gente vea con optimismo tener un entrenador local al frente. Reconocemos la importancia de la tarea que afrontamos, y queremos volver a conducir al equipo hacia la gloria. Espero contar con el apoyo de todos; en particular de los aficionados egipcios. Puedo prometerles que en el cuerpo técnico haremos todo lo posible para alcanzar el éxito deseado y mantener alto nuestro pabellón cada vez que compitamos.

Tras la sorprendente eliminación de Egipto en los octavos de final de la CAN 2019, ¿cómo devolverá la confianza a jugadores y aficionados?

Sé que la moral estaba por los suelos tras esa eliminación, y también entiendo que hubo una presión tremenda alrededor de ese campeonato. Un reto consistirá en recuperar esa confianza. Estoy convencido de que tenemos jugadores fuertes mentalmente que han vivido momentos difíciles como estos. Todos ellos poseen cualidades que les ayudarán a regresar con más fuerza. También tengo plena confianza en su capacidad para asumir sus responsabilidades con la selección y recuperar la confianza de los aficionados.

Entrenar a una selección es más difícil que a un club por el escaso tiempo que se puede pasar con los jugadores y los frecuentes cambios forzosos en la plantilla. ¿Cómo va a vencer estas dificultades?

Sí, es complicado. A todos los seleccionadores les gustaría tener más tiempo para trabajar con sus jugadores más a fondo respecto a sus posiciones y cómo afectan al estilo de juego. Intentaremos compensar esta carencia confiando en la capacidad mental y la profesionalidad de los jugadores. Todos nuestros jugadores son maduros y saben cómo asimilar rápidamente las funciones que les pedimos que hagan.

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A menos de dos meses de su nombramiento, afrontó sus primeros compromisos oficiales en la fase de clasificación para la CAN…

El momento elegido fue poco oportuno. Todo el mundo acepta que dispuse de muy poco tiempo entre que me nombraron oficialmente y jugamos nuestros dos primeros clasificatorios para la CAN. Creo que con esa demora al nombrar nuevo seleccionador se desperdició la oportunidad de aprovechar el paréntesis internacional de septiembre de 2019. Además, el fútbol nacional estuvo parado 40 días, lo que repercutió negativamente en la forma física y mental de los jugadores. También tuvimos mala suerte con las lesiones de varios jugadores.

Convocamos a 35 jugadores para nuestra primera concentración de entrenamiento, algo que sorprendió a muchos, pero al final resultó ser la decisión correcta. Desde luego, no estamos contentos con los empates que obtuvimos en los dos primeros clasificatorios, pero confiamos en que accederemos a la fase final africana.

En la fase de clasificación para Catar 2022™, Egipto quedó encuadrado junto a Gabón, Angola y Libia. ¿Qué le parece el grupo?

Sin duda, es un grupo difícil, y no podemos tomarnos a la ligera a ninguno de nuestros rivales. Hemos visto últimamente que las diferencias entre las selecciones africanas se han reducido. Todas han progresado gracias a sus jugadores afincados en el extranjero. Recuerdo que después de conquistar la CAN de 2010 no logramos clasificarnos para la siguiente edición, pese a jugar contra presuntas cenicientas.

Actualmente tenemos jugadores de calidad afincados en Europa, así que aspiramos primero a superar esta liguilla y alcanzar la última ronda. Así estaremos un paso más cerca de cumplir nuestro sueño de clasificarnos para el Mundial y hacer felices a todos los egipcios.

¿Cree que la participación de Egipto en Rusia 2018 será un factor positivo, o bien supondrá más presión para usted y los jugadores?

He vivido situaciones similares anteriormente. Gané la Liga de Campeones de la CAF y varios títulos ligueros y, cada temporada siguiente, quería salir a ganar más títulos y afrontar nuevos retos. Eso te mete presión a veces, pero tenemos que utilizar esa presión para reforzar la confianza de los jugadores, de modo que sean competitivos constantemente y puedan alcanzar o superar las metas que nos hemos marcado.

¿Cómo piensa reconstruir el equipo, y qué criterios emplea para seleccionar a los jugadores?

En el cuerpo técnico tenemos un sistema para hacer un seguimiento a todos los potenciales internacionales. Evaluamos tanto su desarrollo técnico como físico. Todos los jugadores tienen posibilidades de ser seleccionados, y sé perfectamente que todos quieren vestir la camiseta de su país. Ya hemos dado una oportunidad a algunos jugadores jóvenes, y la puerta seguirá estando abierta para todos. Queremos integrar a los jóvenes prometedores con los más curtidos. De esa forma, esperamos resolver una difícil ecuación: formar un equipo fuerte que pueda durar una década y, al mismo tiempo, asegurarnos de alcanzar y mantener un nivel alto adaptándonos a las exigencias técnicas [del fútbol].

Nota: aquí puedes encontrar la segunda parte de la entrevista