Por Florencia Simoes, con Uruguay

La tarde de Samara no podía haber sido mejor para Diego Laxalt. El lateral izquierdo debutó como titular en Uruguay ante Rusia, la fortuna le sonrió para marcar el segundo gol y terminó festejando con sus compañeros una goleada que les hizo cumplir la primera meta de la Celeste en la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™.

“Estoy muy contento por el momento que estoy pasando y porque, desde mi lugar, ayudé al equipo a lograr el objetivo que era ganar y pasar primeros”, le dijo a FIFA un Laxalt feliz y emocionado por igual.

Motivos para estarlo tenía de sobra. Con 25 años, el Balde no había estado nunca desde el inicio en un torneo oficial, solo en tres amistosos. En apenas su octavo encuentro en la selección, en un marco irrepetible como es un Mundial, fue una de las piezas claves del equipo, acelerando y cambiando el ritmo cuando era necesario.

Y provocando el 2-0. Tras un tiro de esquina, Laxalt fue en busca de un despeje de la defensa rusa en la puerta del área y su remate se clavó abajo contra un palo tras rebotar en la pierna de Chéryshev.

“Mi intención era encontrar el arco y pegarle a la pelota buscando el gol”, explicó. En la estadística oficial quedará como gol en contra del ruso: el árbitro Malang Diedhiou entendió que el desvío ayudó de manera decisiva a un disparo que era dudoso que fuese entre los tres palos.

Pero su felicidad es tal que la autoría parece un detalle para el chico nacido en Montevideo, que fue subcampeón mundial Sub-20 en Turquía 2013. Allí destacó como volante zurdo, el puesto en el que jugó siempre hasta que el Maestro Tabárez lo probó como lateral por la izquierda en marzo de este año en la China Cup.

Por lo visto ante los rusos, el seleccionador uruguayo acertó una vez más. Aunque es pronto para saber si Laxalt estará en el once ante Portugal en Sochi el 30 de junio por los octavos de final, demostró que es una alternativa más que válida.

Y que tiene en la sangre el ADN que el mundo le reconoce a los charrúas: “Ahora estamos para pensar en el próximo partido y vamos a ir con la mentalidad de que es una final. Queremos dejar todo en la cancha y las finales no se juegan, se ganan”.