jueves 30 julio 2020, 07:02

El largo camino en el desierto de Inglaterra... ¿Terminará en Catar?

  • ¿Triunfará Inglaterra en Catar 2022?

  • El cuarto puesto de Rusia 2018 y los éxitos en juveniles, signos positivos

  • Repasamos la historia de los Tres Leones en la Copa Mundial de la FIFA

Ganar la Copa Mundial de la FIFA es el sueño de infinidad de futbolistas y selecciones. Sin embargo, en los 90 años de historia del torneo, solamente ocho selecciones han tocado la gloria. España, sin duda un país muy futbolero, tuvo que esperar hasta el 2010 para celebrar su primer título.

Con el caso de Inglaterra queremos analizar qué hace tan difícil conquistar un Mundial y por qué el combinado inglés tiene razones de peso para ilusionarse de cara a Catar 2022.

La patria del fútbol moderno ha saboreado las mieles mundialistas solo una vez. Fue en 1966, un año mítico para cualquier aficionado inglés. Eso sí, las condiciones para repetir éxito son excelentes:

Perfil de Inglaterra

  • Una liga atractiva y muy profesionalizada

  • Un país rico y moderno

  • Su selección es la más antigua del mundo junto con la de Escocia

  • Una gran población de la que sacar jugadores

  • Una larga tradición futbolística

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A principios del siglo XX, en Inglaterra daban por hecho que tenían la mejor selección de fútbol del planeta. Al fin y al cabo, tardaron 57 años en perder su primer partido internacional. Sin embargo, los ingleses no participaron en las tres primeras ediciones de la Copa Mundial y dejaron de pertenecer a la FIFA. Eso sí, en 1934 se autoproclamaron "campeones del mundo oficiosos" tras vencer 3-2 a Italia, a la sazón vigente campeona del mundo.

Inglaterra disputó su primer Mundial en Brasil 1950, y se dio de bruces con la realidad. Dos derrotas, entre ellas el célebre 0-1 ante Estados Unidos, le obligaron a hacer las maletas al término de la primera fase. Que los Tres Leones estaban lejos de la cúspide quedó demostrado especialmente en los años 1953 y 1954, cuando perdieron 3-6 y 7-1 ante Hungría, posterior subcampeona del mundo.

Los cambios que le llevaron al título

Lo que sucedió a continuación fue el ejemplo perfecto para muchos países con gran tradición futbolística que buscan su primer o su siguiente entorchado mundialista. Inglaterra había perdido el tren de cabeza, de modo que corrigió y modernizó sus propios conceptos para volver a acercarse a las grandes potencias. A la eliminación en cuartos de final en 1962 ante Brasil, posterior campeona del mundo, le siguió cuatro años más tarde el anhelado triunfo ante su público.

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A raíz del título mundialista se demostró, una vez más, que una cosa es llegar a la cima y otra muy distinta es mantenerse o volver, porque el camino hasta ella es muy complicado. En el caso de Inglaterra, esta fase posterior derivó en una decadencia que le llevó incluso a perderse las ediciones de 1974 y 1978 de la Copa Mundial.

A la reconstrucción le faltó calidad o suerte

En la década de 1980 llegó la siguiente reconstrucción, que volvía a ser muy prometedora. De hecho, en Italia 1990, Inglaterra estuvo a punto de conquistar la cima 24 años después. No obstante, el conjunto inglés pasó por lo mismo que han pasado muchas otras grandes selecciones: por muy bueno que seas, a veces, para llegar a lo más alto, necesitas un poco de suerte o un plus de calidad, según se mire.

El 4 de julio de 1990, la selección alemana evitó en los penales que Inglaterra se metiera en la final. Su delantero de entonces, Gary Lineker, todavía sostiene hoy que "fuimos mejores en aquel partido y también habríamos ganado la final contra Argentina". Otros países, como la eterna aspirante Países Bajos o Bélgica, se han quedado en el pasado a las puertas de la gloria, lo que da buena muestra de la competencia que existe.

Y vuelta a empezar

El ciclo se repite para los Tres Leones, que han modernizado de nuevo sus propios conceptos. Además, tiene en St. George's Park una infraestructura excelente, y la nueva dirección de la cantera —hasta entonces algo obsoleta— ha permitido que un buen puñado de jóvenes ingleses hayan dado el salto a la élite. Su máxima expresión llegó en 2017, cuando Inglaterra se proclamó campeona de la Copa Mundial Sub-20 y de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA.

En Rusia 2018, después de alcanzar las semifinales del torneo, la afición inglesa volvió a ilusionarse. El título mundialista podía viajar a Inglaterra por segunda vez. Sin embargo, Croacia acabó con sus esperanzas.

Y es aquí cuando conviene repasar los libros de historia. Las selecciones jóvenes, con talento, que han caído por la mínima rumbo a la final, han levantado a menudo el trofeo en la siguiente edición. En 2014, Francia quedó eliminada por un solitario gol de cabeza de Mats Hummels ante Alemania, posterior campeona del torneo. En 2010, España —que ganó su primer Mundial— se mostró a su vez superior al combinado de Joachim Loew.

"El próximo año es el nuestro". Este es el deseo que, durante décadas, expresaron los hinchas del Liverpool. Ahora que los Reds por fin han vuelto a ganar la Premier League, los Tres Leones podrían parafrasear el lema y decir: "El próximo torneo es el nuestro".