martes 03 diciembre 2019, 22:00

Everton Cebolinha: “Neymar lo tiene todo para ser el mejor del mundo”

  • Everton Cebolinha habla de su sueño con la Copa Mundial de la FIFA

  • Confiesa que canta en la ducha y elogia a Renato Gaúcho

  • Alaba asimismo a Neymar, Arthur, Philippe Coutinho y Mo Salah

Filipe Luís lo ha comparado con Eden Hazard, y Argel Fucks con Cristiano Ronaldo. Se dice que Barcelona, Manchester City y París Saint-Germain se han encaprichado con él. Los hinchas de la selección brasileña se entusiasman al anunciarse su nombre en la alineación. Tite ha dicho: “Son él, Neymar y nueve más”.

Aun así, Everton Cebolinha viajó a la Copa América 2019 sin haber sido nunca titular con la selección nacional, y todos preveían que su papel iba a limitarse a ser suplente. Pero entonces Neymar se rompió el ligamento del tobillo, Richarlison contrajo paperas y el delantero del Grêmio pasó a ocupar un puesto en el once inicial. El resto es historia.

FIFA.com ha entrevistado a este jugador de 23 años, quien nos habla de la Seleção, Neymar, Renato Gaúcho, los jugadores que más le gusta ver y las ambiciones que alberga como profesional.

Empezó la Copa América en el banco de reservas, pero terminó siendo máximo goleador y el mejor jugador del partido de la final, y posiblemente del torneo. ¿Qué sintió al vivir todo eso?

Fue un momento mágico. De niños siempre soñamos con jugar con la Seleção. Me entregué al máximo, me esforcé en los entrenamientos y al final conseguí dar lo mejor de mí. Estoy recogiendo los frutos que planté a base de mucho trabajo.

Cuando se anunciaba su nombre antes de entrar en la cancha, o antes de los partidos, se oían ovaciones enormes…

Nunca imaginé que eso fuese a ocurrir. Estaba junto a jugadores a los que yo mismo seleccionaba en los videojuegos. Era un gran admirador suyo. Y que aplaudiesen mi nombre, entre los suyos, representó muchísimo para mí. Todavía no doy crédito.

Usted jugó con Arthur Melo en el Grêmio. ¿Cómo es como futbolista?

A mí siempre me alegra mucho ver triunfar a mis compañeros. Y a Arthur más todavía, porque es un gran amigo mío desde que llegué al Grêmio. Pasamos juntos por las categorías sub-17 y sub-20. Nos convocaron juntos con la Seleção. Es estupendo como jugador y como persona.

¿Qué piensa de Neymar?

Es alguien que lo tiene todo para ser el mejor jugador del mundo. Depende de él. En cuanto a habilidad, tiene de sobras. Dentro de la cancha tiene una calidad que muy pocos poseen, poquísimos. Es extraordinario, el mayor ejemplo en cuanto a habilidad técnica del fútbol brasileño. Todos confiamos en que se recupere al cien por cien. Es un jugador que ayuda muchísimo a la Seleção.

En su iniciación en la Seleção, Matheus Henrique contó una anécdota graciosa, de cómo, por no haber viajado nunca en primera clase en avión, confundió la toalla caliente con tapioca e intentó comérsela. ¿Lo recuerda?

(Risas) Estábamos sentados juntos en el avión y me lo dijo. Yo no le creí, le contesté: “Me estás tomando el pelo”. Cuando bajé del avión seguía sin creerlo. Más tarde, en el vestuario, me insistió en que era cierto. ¡Lo miré y me di cuenta de que no mentía! ¡Empecé a reírme y no pude parar! Me reía tan alto que Lucas Paquetá lo oyó y preguntó qué pasaba, y Matheus se lo contó. Luego contó la historia delante de todo el plantel, en su presentación. Los compañeros siempre le están mandando fotos de una toalla caliente o de tapioca. Fue graciosísimo, pero, para ser sincero, la primera vez que fui en avión y me pusieron delante la toalla caliente yo mismo pensé: “¿Esto qué es, para qué sirve?”. Miré a la gente que tenía al lado para ver qué hacían con ella. Paquetá también dijo que la primera vez que fue a un [restaurante] japonés y le pusieron una toalla caliente junto al sushi, no sabía qué era, o si era para comer. Pero la historia de Matheus fue muy graciosa.

A los 16 años, se mudó desde el noreste de Brasil, donde hace un calor abrasador, al sur, y le costó adaptarse al frío glacial de allí…

Los primeros meses lo pasé muy mal. Por el calor y por ser físicamente inferior, era muy pequeño, estaba delgadísimo, y todos los compañeros hacían pesas. Físicamente, eran muy superiores a mí. Pero no podía rendirme. Y gracias a Dios, no lo hice.

¿A qué se dedicaría de no haber sido futbolista?

Sería cantante. Sé cantar muchas canciones, y siempre canto en la ducha. Una vez dije que estuve a punto de ser cantante de forró en vez de futbolista, aunque era broma. En serio, no sé lo que haría, porque lo único que he hecho es jugar al fútbol, pero puede que me arriesgase y tratase de ser cantante.

¿Qué tipo de entrenador es Renato Gaúcho?

Es un ganador: ya lo era como jugador, y ahora también como entrenador. Está llamado a dirigir a la Seleção. Es un objetivo suyo, quiere lograrlo. Me ha ayudado mucho. Me ha dado muchísima confianza. Siempre habla conmigo, me dice que me necesita, y eso me ha ayudado muchísimo a progresar, me ha permitido crecer mucho dentro del terreno de juego.

¿Cuál es su mejor posición?

Me gusta jugar por izquierda, aunque también es porque estoy acostumbrado. Pero también puedo hacer de falso nueve o actuar más por el centro y en profundidad. Y durante los partidos me desplazo mucho, aparezco por la derecha. Cuando llegué al Grêmio era un nueve, punta. No era muy fuerte, pero tenía bastante habilidad y velocidad, eso ayuda mucho allí. Pero, sinceramente, no me importa jugar en ninguna posición ofensiva.

¿Qué jugadores le ha gustado más ver a lo largo de los años?

Ronaldinho y Ronaldo. Pero uno que me inspira mucho es Philippe Coutinho. He tenido el privilegio de jugar con él. Es una persona y un futbolista fenomenal. Siempre intento aprender de él, es un jugador único.

¿Y a qué tres jugadores considera los mejores del mundo en este momento?

Messi, Cristiano Ronaldo y Salah.

¿Cuáles son sus ambiciones en el fútbol?

Mi gran sueño es jugar el Mundial y ganarlo. Espero estar en la convocatoria definitiva en 2022, de verdad. Siempre intento esforzarme y mejorar. Y quiero disputar y ganar la Liga de Campeones. Son títulos enormemente prestigiosos. Si Dios quiere, espero poder disputar y ganar los dos.