El argentino Gustavo Alfaro se convirtió este miércoles 26 de agosto en el nuevo seleccionador de Ecuador, según lo confirmó Francisco Egas, Presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, a través de una conferencia de prensa en línea.

“Pasamos por algunos candidatos y no quisimos ser elocuentes en la prensa con el proceso de selección del entrenador. Fue en silencio y tratando de hacerlo responsablemente. El día de ayer por fin se terminaron las negociaciones y la firma de los documentos de compromiso”, afirmó el dirigente ecuatoriano.

Al momento de explicar la elección del entrenador de 58 años, quien tendrá su primera experiencia al frente de un seleccionad nacional. Egas fue claro. "Evaluamos la necesidad de contar con alguien con impacto inmediato, sin mucho tiempo de trabajo. Manejo de la prensa, camerino, crisis y egos... Eso nos atrajo muchísimo. Es un hombre sencillo, positivo y profesional, muy humano y serio. Eso cuadra con de los valores que queremos".

El argentino se convirtió así en el reemplazante del holandés Jordi Cruyff, quien asumió en enero de este año pero no llegó a dirigir ni una práctica debido a la pandemia que, entre otras cosas, provocó la suspensión del inicio de las eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, el gran objetivo que tendrá al frente de la Tri.

Durante su presentación, Alfaro se sumó a la conferencia en línea para luego contestar preguntas de los periodistas.

"Para mí es un placer este enorme desafío. Desde la primera charla se encendió una ilusión muy grande, porque dentro de mis anhelos estaba en llegar a dirigir una selección, y es un camino arduo. Pero sobre todo por llegar a una selección como la de Ecuador, a la que he venido observando desde hace tiempo", afirmó.

"Ser parte de la ilusión de este país también conlleva una responsabilidad igual de grande, pero la asumo con orgullo. Mi cuerpo técnico y yo todo haremos lo posible para que Ecuador esté en la próxima Copa del Mundo", agregó.

El debut de la Tri en el clasificatorio está pautado para el 8 de octubre ni más ni menos que ante Argentina y en el estadio de Boca Juniors, el último club en el que trabajó de Alfaro.

"Yo me pongo la camiseta del equipo en el que estoy, y les aseguro que no habrá una persona que quiera ganar más ese partido que yo. No deja de ser paradójico, porque ahí vivi emociones muy fuertes, Lamento que no habrá gente, porque Ecuador también tendrá que aprender a jugar en estadio así. Durante 90 minutos, le pediré permiso al corazón y trabajaré para ganarlo".

Alfaro expresó que no ve la hora de poder viajar a Ecuador y ponerse en contacto con los jugadores, pero también con los hinchas.

Después, avisó, buscará las razonas por las cuáles la selección "dejó de ser protagonista", sobre todo tras su alentador inicio de las eliminatorias anteriores, intentará "devolver la confianza al futbolista ecuatoriano".

"El jugador tiene que entender que lo que tiene es suficiente, que su talento, personalidad y experiencia le alcanza. Con lo que hay, alcanza para pelear por entrar al próximo Mundial, sino ni tomaba esta posibilidad".

"Yo estoy convencido, lo que debo lograr ahora es que mi convencimiento sea parte de los jugadores, de lo quieren y de lo que podrán lograr. El primer paso de confiabilidad lo tenemos que dar nosotros".