miércoles 27 marzo 2019, 14:09

Hallgrímsson: "El éxito de Qatar me recuerda al de Islandia"

  • Guió a Islandia a su primer Mundial

  • Entrena actualmente al club qatarí Al Arabi

  • Analiza sus nuevos retos y la actualidad de Qatar e Islandia

Islandia y Qatar difícilmente podrían ser más diferentes. No obstante, en términos futbolísticos, la isla nórdica y el estado árabe tienen algunas cosas en común. Y nadie las conoce mejor que Heimir Hallgrímsson.

El exseleccionador de Islandia, que guió a su país hasta cotas inéditas y lo llevó hasta su primera Copa Mundial de la FIFA™, se desempeña actualmente como entrenador del Al Arabi qatarí.

Conocido por haber compaginado su trabajo de seleccionador con el de dentista, Hallgrímsson ha dejado la consulta —al menos de momento— para dedicarse plenamente a un club que ha tenido 18 entrenadores distintos desde 2010.

En Qatar ve un país empequeñecido por la entidad de sus rivales continentales, sin un gran palmarés, pero con una selección que ha superado todas las expectativas y que se ha marcado objetivos históricos. ¿Les suena esta historia? Seguramente. Cómo no encontrar similitudes entre las recientes heroicidades islandesas y el extraordinario éxito de Qatar en la pasada Copa Asiática de la AFC.

Hallgrímsson, de 51 años, nos abrió las puertas de la vida y el fútbol qataríes en su primera entrevista con FIFA.com desde que abandonó el banquillo islandés. El técnico repasó también cómo fue la experiencia de Rusia 2018 para el país menos poblado que ha disputado nunca la Copa Mundial.

Heimir, ¿cómo le va la vida en Qatar? ¿Está colmando sus expectativas?

Me preparé bien, porque sabía que esta experiencia sería distinta, y vaya si lo está siendo. Era consciente de que iba a tener que aprender a vivir y a trabajar en un lugar con una cultura y un clima diferentes, además de adaptarme a su estilo futbolístico. Algunas cosas son muy distintas, pero, en general, el fútbol tiene los mismos principios básicos en todas partes.

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Hace poco vimos el potencial de la selección de Qatar. ¿La liga nacional refleja este gran nivel?

Sí y no. Sí, porque todos los internacionales qataríes juegan aquí, y los cuatro extranjeros que pueden jugar [por equipo] suelen ser muy buenos. La evolución de los futbolistas de la selección está, en parte, en manos de los clubes nacionales.

Y no, porque creo que una de las razones principales del éxito reciente de la selección de Qatar radica en la continuidad y en la consistencia de su trabajo con las selecciones juveniles y la absoluta. Los integrantes del combinado nacional actual llevan jugando juntos desde muy jóvenes, por lo que conocen las virtudes y los puntos débiles de cada uno. Cuando los veo jugar, tengo la sensación de estar viendo a un equipo que lleva mucho tiempo entrenando a diario y no a una selección, que normalmente solo tiene unos días de preparación antes de cada partido. Es el resultado de una estrategia a largo plazo aquí en Qatar. Además, el hecho de que un técnico que lleva trabajando con estos jugadores desde la sub-17 dirija ahora la absoluta es la guinda del pastel.

Ya ha pasado su primer invierno en Qatar, precisamente la época del año en la que se disputará la Copa Mundial. ¿Qué les diría a los jugadores y a los aficionados sobre las condiciones y el entorno que se encontrarán en 2022?

Las condiciones meteorológicas serán perfectas. Lo que quizá sorprenda a los visitantes sean las instalaciones, los estadios, los hoteles, la logística, etc. Es todo fantástico. Además, la gente de aquí es muy educada y servicial. Vayas donde vayas, hay obras: carreteras nuevas, hoteles, una red de metro, estadios... Todo el mundo tiene la mente puesta en este torneo, y Qatar estará preparado.

¿Qué le pareció el triunfo de Qatar en la Copa Asiática y qué repercusión tuvo en el país?

Fue magnífico. El triunfo mejoró aún más la unión de la gente y consolidó la fe en el sistema Aspire para el desarrollo de futbolistas. Las celebraciones y el recibimiento también fueron increíbles, como tantas otras cosas que hacen los qataríes.

La selección jugó bien en todos los partidos. Fue muy consistente, y es asombroso que encajara solamente un gol en todo el torneo. También parece que dominó a la perfección el apartado psicológico. Los jugadores mantuvieron la concentración, y nunca se les vio nerviosos ni ansiosos por ganar, algo que ocurre a menudo cuando estás cerca de ganar un título por primera vez. Su aplomo y su cohesión fueron extraordinarios.

Usted sabe muy bien lo que necesita un país pequeño para conseguir grandes cosas en el mundo del fútbol. ¿Hay alguna similitud entre los retos y oportunidades que afronta Qatar en estos momentos y los que usted se encontró con Islandia?

El camino a la gloria de Qatar ha sido como el de Islandia en muchos aspectos. Por un lado, cuenta con un número limitado de jugadores, por lo que hay que darles la oportunidad de crecer. Y la mayoría de futbolistas del equipo campeón en la Copa Asiática han jugado juntos en las categorías inferiores, algo muy parecido a lo que ocurre con el grueso del combinado islandés actual.

Pero el mayor reto siempre es mental. A veces, la negatividad te dice: “Ahora que ya hemos cumplido nuestro objetivo, la cosa solo puede ir a peor”. Es algo que nos llega de la gente que nos rodea, de los medios de comunicación, pero también de nuestro interior si no nos andamos con cuidado.

El mayor reto siempre es este: conseguir que todos sigan trabajando para mejorar, independientemente de la situación. Mi frase favorita entre la Eurocopa y el Mundial era: “El éxito no es un destino. Es un viaje constante en la buena dirección”. Y el éxito de Qatar no acaba en ser campeón de la Copa Asiática. El éxito significa seguir construyendo a partir de ahí, que todo el mundo mire en su interior y encuentre la manera de seguir progresando.

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¿Le costó tomar la decisión de dejar el banquillo islandés?

Llevaba siete años en la selección, y eso es mucho tiempo para cualquier entrenador. Quería cambiar de aires y pensé que era el momento perfecto tanto para mí como para el equipo.

Echando la vista atrás, ¿cómo evalúa la experiencia de la Copa Mundial de Rusia?

Jugamos tres buenos partidos, pero solo sumamos puntos en uno de ellos, de modo que nos fuimos decepcionados del torneo, pero creo que conseguimos que nuestro país se sintiera orgulloso. Siempre se puede mejorar. Pero, teniendo en cuenta que era nuestro debut y dado el gran nivel de nuestro grupo, fue una buena actuación. Y Rusia fue un gran país anfitrión también. La logística fue excelente, la gente era amable y servicial y nuestro país dejó un grato recuerdo gracias a toda la afición islandesa que viajó hasta allí.

Después de haber formado parte de una época de éxitos sin precedentes de la selección islandesa, ¿cuál cree que es la clave para que el país mantenga el nivel?

Seguir esforzándose mucho, marcarse nuevos objetivos y trabajar a diario. Hay que encontrar a gente y jugadores con ganas de mejorar e inculcar esa mentalidad. Si se consigue todo eso, Islandia seguirá progresando.