martes 21 julio 2020, 04:45

El Badry: "Sé bien que a Salah le gustan los retos"

En la segunda parte de la entrevista de FIFA.com a Hossam El Badry, el seleccionador de Egipto habla de las experiencias que moldearon su trayectoria, y de la gente que lo influyó y motivó a dedicarse a entrenar. Además, habla de su ilustre etapa en Al Ahly, su segunda casa, donde pasó más de 40 años jugando, entrenando y dirigiendo. Señala la importancia de los jugadores afincados en Europa, cómo se comunica con ellos, y lo orgulloso que está de Mohamed Salah, a quien califica de modelo a imitar para los jóvenes de Egipto y África. Asimismo, revela cómo espera sacar el máximo partido al astro del Liverpool.

Dejó de jugar a los 25 años, una edad nada fácil para que un ex jugador piense en dedicarse a entrenar. ¿Qué lo animó a iniciarse en este mundillo tras su retirada?

Cierto, una lesión del ligamento cruzado me obligó a colgar las botas. A mediados de los 80, una lesión de este tipo acababa con tu carrera. Tras haber adquirido una sólida experiencia jugando con el Al Ahly y la selección egipcia, tenía muchas ambiciones. Por desgracia, todo terminó de repente, pero me encantan los retos y no me rindo fácilmente, así que decidí reconvertirme a entrenador. Egipto ha tenido muchos grandes entrenadores, pero para mí, dos sobresalieron y me hicieron amar la profesión: el difunto Mahmoud El Gohary y Fouad Shaban, que ejerció de ayudante del gran técnico húngaro Nandor Hidegkuti.

Ambos fueron mis entrenadores en Al Ahly cuando subí al primer equipo. Recuerdo que una vez tuve una conversación con Shaban sobre estilos de juego y tácticas, y me dijo que sería un buen entrenador cuando dejase de jugar. Jamás se me pasó por la cabeza que mi carrera de jugador acabaría tan prematuramente y que me pondría a entrenar inmediatamente después.

Todo entrenador adopta una cierta filosofía para alcanzar el éxito. ¿Cuál es la suya?

Creo que la personalidad de un entrenador contribuye mucho a su éxito. No se trata solamente de ganar trofeos, sino también de ganarse el apoyo de los jugadores y directivos futbolísticos. Incluso los aficionados pueden llegar a comprender claramente la personalidad del entrenador. El fútbol ha evolucionado y hecho grandes progresos en el plano técnico, físico, psicológico y administrativo; tanto que se ha convertido en una ciencia en sí misma.

El talento de entrenar debe pulirse adquiriendo nuevos conocimientos. Ahí es donde entran en juego la innovación y la búsqueda de nuevos estilos de juego. Los entrenadores exitosos ponen en marcha una estrategia y trabajan para que dé resultado lidiando psicológica y técnicamente con los de su alrededor. Por eso es muy importante que el entrenador sea eficiente y carismático.

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Varios jugadores clave de su equipo están afincados en Europa. ¿Qué importancia tiene esa circunstancia?

Es magnífico tener un grupo de jugadores egipcios compitiendo en las mejores ligas europeas. Sin duda, eso fortalece al equipo. Es esencial ver jugar a esas estrellas, y que sigan evolucionando empapándose de nuevas experiencias. A la vez, todo eso queda reflejado en su rendimiento con la selección. Espero ver a más jugadores yéndose al extranjero para experimentar el verdadero profesionalismo. El entrenamiento y jugar partidos con regularidad ayudan a esos jugadores a desarrollarse personalmente, técnicamente y mentalmente.

Hablemos de Mohamed Salah. ¿Cómo piensa sacarle el mayor partido posible para que rinda como lo hace con el Liverpool?

Lo que Salah ha conseguido hasta ahora nos hace estar muy orgullosos de él. Ha alcanzado el máximo nivel y se ha convertido en un icono para los egipcios. No es exagerado decir que se le considera un modelo a imitar en el mundo árabe y en África. Se ha convertido en el paradigma de los sueños, el trabajo duro y la perseverancia; y los jóvenes quieren seguir su camino. Sé perfectamente que le gustan los retos y que la selección nacional es importantísima para él.

Salah ha alcanzado el máximo grado de profesionalidad y comprende sus derechos y responsabilidades. Es la piedra angular de la selección y abandera las esperanzas de todos los egipcios. Sin embargo, no deberíamos sobrecargarle. El fútbol es un deporte de equipo que requiere de un trabajo colectivo. Me gusta dejar claras las responsabilidades de todos en el campo. Cada jugador tiene funciones ofensivas y defensivas, y su éxito influye en el éxito de sus compañeros. Tenemos que permanecer todos unidos por la selección.

¿Qué nos dice de los demás jugadores afincados en Europa?

Seguimos a todos los jugadores semanalmente y nos comunicamos con ellos para estar al corriente de lo que les pasa. Intentamos apoyarlos y motivarlos a todos. Tenemos a Ahmed Hegazy jugando actualmente en el West Bromwich Albion, donde viene haciendo un trabajo magnífico desde que volvió de su lesión. Tiene una mentalidad profesional con un brillante futuro por delante. También tenemos a Trezeguet [en el Aston Villa], que ha mejorado mucho en la Premier League respecto a cuando estaba en Turquía. Todavía tiene un largo camino que recorrer, pero tiene lo que hace falta para jugar a un nivel más alto aún.

Además, estamos muy pendientes de Ahmed Elmohamady, Mohamed Elneny y Ahmed Hassan (alias “Kouka”). Todos ellos son importantes para nosotros y queremos lo mejor de su parte para que nos ayuden en los próximos encuentros. Cuando hablo con Kouka, siempre le animo a trabajar duro. Es un delantero muy bueno y tenemos escasez en esta posición. Quiero que todos los delanteros se dejen la piel para jugar con la selección. La puerta está abierta para cualquier jugador que demuestre ser digno de vestir la camiseta de Egipto.

Tenemos que preguntarle por su trayectoria en el Al Ahly. ¿Cómo describiría esa larga relación?

Ha sido una trayectoria de toda una vida, efectivamente. Pasé más de 40 años en este gran club y siempre recuerdo los momentos felices que viví allí. En Al Ahly aprendí la paciencia y la perseverancia, además de la importancia del trabajo duro. También aprendí el significado de la sabiduría, y cómo asumir tus responsabilidades en todas las situaciones. Allí todo consiste en los trofeos y el éxito; no se trata de alcanzar la cima, sino de permanecer allí. Jugué en el club de joven y luego empecé a entrenar después de retirarme. Siempre ha sido mi objetivo hacer algo por este magnífico equipo.

Durante muchos años, aspiraba a ir subiendo peldaños allí y ayudarle a ganar títulos. No dejé nada al azar y trabajé duro para ser partícipe de la gloriosa historia del club. Gracias a Alá, formé parte de la mejor generación que dominó el panorama futbolístico en Egipto y África. Lo que me hace estar más orgulloso todavía es que pasé a contribuir a esos grandes logros como su entrenador principal. Creo que soy muy afortunado por pertenecer a ese club y ser uno de los protagonistas de lo que hizo felices a sus magníficos aficionados. En pocas palabras, Al Ahly me forjó un nombre, y se lo debo todo a ese club.

Ejerció en diversos puestos como entrenador en diferentes categorías con Al Ahly. ¿Cree que eso le ayudó a ampliar su experiencia para estar más cualificado para asumir el cargo de seleccionador?

No es fácil estar entre los candidatos al puesto de seleccionador. Este cargo requiere de mucha experiencia. Trabajé muchos años en Al Ahly, y en ese tiempo tuve que lidiar con mucha presión, y enfrentarme a muchos estilos y a diferentes escuelas del fútbol africano. Además de los éxitos que he tenido, he aprendido mucho de esa andadura. Ahora quiero demostrar que los entrenadores egipcios están bien cualificados para ostentar el cargo de seleccionador nacional, y que están en pie de igualdad con los entrenadores extranjeros.