Por Antía André, con España

Hay pocos jugadores que aprovechen tanto y tan bien sus oportunidades como Iago Aspas: suma 6 goles y 5 asistencias, en 12 partidos con la Roja. Impresiona más si cambiamos la medida de tiempo: no llega a los 400 minutos de juego con la selección.

En el estadio de Kaliningrado volvió a demostrar que su talento para el gol es especial. El partido contra Marruecos se había convertido en una pesadilla para España, y el seleccionador buscó soluciones de emergencia con el 2-1 en el marcador. Y llamó a Aspas.

“Sabemos que es un delantero especial, con mucho gol, que tiene mucho talento, que se asocia muy bien, y que en esos metros finales nos podía ayudar”, explicaba Fernando Hierro tras el partido. “Es un chico inteligente, definidor, muy pícaro. Entró con mucha intensidad, presionando muy bien, apareciendo mucho. Era lo que necesitábamos en ese momento. Queríamos que, con espacios reducidos, sacase todo el talento que tiene”.

Y Aspas no le defraudó. El máximo goleador español de la Liga esta temporada (20 goles con el Celta de Vigo) empezó a hacer estragos en el área marroquí desde que pisó el verde.

Con el tiempo cumplido, el delantero encontró el hueco en la tupida defensa rival, y con su pierna ‘mala’ remató al fondo de la red, ¡de tacón! “Era un momento muy difícil y poder meter ese gol es importante para todos”, contaba a FIFA.

Tras unos minutos de tensión hasta que el VAR verificó que no había fuera de juego, Aspas gritó su gol, pero no se entretuvo. Rápidamente recogió la pelota para intentar ir a por otro. Él es así, no se conforma, siempre quiere más.

“Siento mucha alegría. Es un día muy especial”. Porque, más allá de sellar la clasificación a octavos, lo que emocionaba a Aspas era que su familia era testigo directo de su hazaña desde la grada.

A sus 30 años, el delantero gallego atraviesa su mejor momento de forma y sigue demostrando que no se achica ni en los escenarios más complicados. Cabían ya pocas dudas, dado que el día de su debut con la Roja, nada menos que en Wembley, lo celebró anotando un golazo por la escuadra en los últimos minutos del encuentro.

El siguiente reto para el 'Príncipe de las bateas', como le llaman cariñosamente en su tierra, será otro impresionante estadio: nada menos que el Luzhniki de Moscú, y ante los anfitriones del Mundial. Pero 'Aspas is on fire', como le canta su afición del Celta, y él siempre quiere más.