viernes 18 diciembre 2020, 08:03

Khalid Salman recuerda la final de 1981

  • Khalid Salman participó en el Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA Australia 1981

  • El catarí lo rememora a dos años de la final de Catar 2022

  • “Habríamos ganado el título de no ser por la lluvia”

La cuenta regresiva para la primera Copa Mundial de la FIFA™ que se celebrará en Oriente Próximo continúa, y este viernes 18 de diciembre de 2020 señala exactamente dos años para la final de la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022™, un encuentro que todo catarí sueña con ver disputar a los Annabi.

Por inverosímil que parezca ese sueño, una rápida búsqueda en los libros de historia revela que allá por 1981 Catar tuvo un desempeño fantástico en el Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA disputado aquel año en Australia, donde alcanzó la final, en la que cayó ante Alemania Occidental.

Catar llegó a la fase de eliminatorias directas siendo segundo del Grupo A, tras vencer a Polonia, empatar ante Estados Unidos y perder contra Uruguay. En cuartos de final se deshizo de un Brasil liderado por Júlio César y Josimar, al imponerse por 3-2, gracias a una tripleta del centrocampista Khalid Salman.

En una entrevista exclusiva con FIFA.com, Salman nos habla de la sensacional campaña de los cataríes en el certamen. “Una buena planificación, un plantel de calidad y el extraordinario liderazgo de nuestro seleccionador, el brasileño Evaristo de Macedo, fueron los elementos más importantes de la actuación destacada que tuvimos en aquel torneo”, afirma.

“Se había implantado un programa sólido para aquel plantel, que tenía el objetivo de representar a Catar de la mejor forma posible. Pero a medida que pasábamos las rondas el optimismo fue a más, sobre todo porque no representábamos solo a Catar, sino también al fútbol árabe y asiático”, añade.

Un sueño hecho realidad

En semifinales, Catar ganó por 2-1 a Inglaterra, logrando así una victoria con la que sus jugadores ni se habían atrevido a soñar. No obstante, en el choque por el título sufriría una abultada derrota por 4-0 a manos de una RFA encabezada por Ralf Loose, autor de un doblete.

Salman recuerda el histórico triunfo sobre Inglaterra y nos habla de la final, que cree que los suyos pudieron haber ganado de no ser por las condiciones climáticas que hubo en Sydney. “Habríamos ganado de no ser por la lluvia”, insiste.

“No esperábamos ganarle a Inglaterra, uno de los favoritos del torneo. Pero la moral del plantel y la confianza que habíamos acumulado por los partidos anteriores nos hicieron creer que podíamos ganar y demostrar que no habíamos llegado a la final por suerte, sino por méritos propios”.

Refiriéndose a la final, nos cuenta: “Teníamos tantas opciones como la selección alemana, pero el tiempo que hizo en la víspera no nos ayudó, no pudimos entrenarnos en la cancha por toda el agua que había”.

“No estábamos acostumbrados a jugar bajo la lluvia, eso nos dificultó mucho las cosas, tuvimos dos ocasiones en los primeros 15 minutos, pero no las transformamos por cómo estaba el campo. Sinceramente, de no haber sido por la lluvia, ¡Catar habría ganado!”, recalca.

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Realismo

A pesar de que aquel combinado juvenil alcanzó la final del Campeonato Mundial de la categoría en 1981, la selección absoluta de los Annabi tuvo que esperar hasta 2019 para ganar la Copa Asiática, un logro que Salman considera un motivo de orgullo para él y los jugadores de las hornadas anteriores.

“Estoy muy orgulloso de la generación que ganó la Copa Asiática, porque alcanzó el objetivo que nos habíamos marcado nosotros. Superó a las mejores selecciones de Asia, como Japón, la República de Corea, Australia e Irán, y se convirtió en la mejor del continente”, señala el exjugador, que actualmente trabaja como comentarista futbolístico.

Pero ¿podrán repetir ahora ese éxito y llegar a la final de la Copa Mundial de la FIFA™ dentro de dos años? “El Mundial es otra historia”, apunta. “Hay que ser realista, porque no somos mejores que potencias futbolísticas como Brasil, Alemania, Países Bajos, Inglaterra y Francia”.

“Es posible que el equipo consiga buenos resultados y supere la fase de grupos, eso en sí ya sería un logro. Pero siendo sincero, no hemos alcanzado el nivel de los países que tienen jugadores de élite compitiendo en las grandes ligas”, reconoce.

Sea cual sea el rendimiento de los Annabi en la fase final, Salman considera que organizar el Mundial ya es de por sí algo grandioso.

“Organizar este grandísimo acontecimiento deportivo e impresionar a todo el mundo será un logro no solo para Catar, sino para todos los árabes, como ha dicho su alteza el Emir. Los estadios de primera clase y las infraestructuras punteras, como el metro, los túneles, los puentes o los hoteles, serán un orgullo para Catar y para toda la región”, explica.

“Después de 2022, a cualquier país le resultará complicado organizar un Mundial parecido. Va a ser un evento extraordinario que honrará a Catar y también a todos los árabes”, concluye.

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