viernes 08 junio 2018, 19:01

Milinkovic-Savic: "Mis sueños se harían realidad con una medalla"

  • El serbio se dispone a debutar en el Mundial​​

  • Fue una pieza clave del conjunto campeón sub-20 de 2015

  • Ahora sueña con colgarse una medalla en su primer torneo absoluto

“Creo que ahora mismo estoy en una situación muy buena”.

Es una frase que entusiasma a los hinchas de la selección serbia, aunque no habrá sorprendido a nadie que haya visto a Sergej Milinkovic-Savic durante esta temporada que acaba de concluir, en la que causó sensación en el mediocampo del Lazio de Roma.Este jugador de silueta espigada e imponente en el centro de la línea medular, de 23 años, es una auténtica estrella en ciernes, cuya progresión se ha intensificado en los últimos meses, y se ha convertido en uno de los jóvenes más cotizados del planeta.

En las columnas de opinión no deja de hablarse de su futuro, y ya se le considera una de las principales bazas con las que cuenta Serbia para afrontar la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, a pesar de sumar apenas tres internacionalidades. El peso de las expectativas podría resultar asfixiante para un chico que todavía tiene toda su carrera por delante, aunque ese no es el caso de Milinkovic-Savic.

“¿La presión? A mí me encanta la presión, hace que dé lo mejor de mí. Es cuando me siento en plena forma y me entrego al máximo dentro de la cancha. Quienes me conocen ya lo saben”, afirma en declaraciones a FIFA.com. “Estoy totalmente preparado para Rusia. Si se me presenta la ocasión de ganarme la confianza de [Mladen] Krstajic, lo daré todo para justificarla”.

Al cuadro serbio le aguarda un reto formidable y quizás crucial ante Brasil en el Grupo E, después de medirse con Costa Rica y Suiza, de modo que habrá presión de sobras para que pueda desplegar todo su potencial. Y también es muy probable que se cruce con Gabriel Jesus, al que ya superó hace dos años, en la que posiblemente haya sido su mejor actuación hasta la fecha.

La conquista de la gloria en Nueva Zelanda

Los aficionados empezaron a escribir el nombre de Milinkovic-Savic en las redes sociales cuando contribuyó al extraordinario triunfo de Serbia en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA 2015, que se produjo tras una victoria sobre Brasil en la final. Dejó entrever destellos de su enorme calidad en Nueva Zelanda, aunque su transición a la selección absoluta ha tenido ciertos altibajos, para consternación de los seguidores de las Águilas.

El Balón de Bronce adidas que lo reconoció como tercer mejor jugador del torneo neozelandés le sirvió para darse a conocer en su país, y tan solo tres meses después ya figuraba en el banco de reservas del combinado absoluto. No obstante, su estreno se demoraría hasta noviembre de 2017. Su presencia en el equipo fue entonces una de las novedades que trajo el nuevo seleccionador, Krstajic.

Milinkovic-Savic también proporciona a su técnico diversas opciones: es un centrocampista polivalente, capaz de desempeñar la función de volante recuperador en la base o de asumir la responsabilidad de llevar la batuta del juego más arriba.

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La dinastía deportiva de los Milinkovic-Savic

  • Padre: Nikola Milinkovic, compitió en la primera división española a mediados de los años 1990.

  • Madre: Milana Savic, una baloncestista célebre en Yugoslavia.

  • Hermano: Vanja Milinkovic-Savic, dos años más joven que él, actual jugador del Torino y campeón del mundo sub-20 en 2015

¿Sabías que...?

Aunque él mide 1,91 m, su hermano Vanja le saca once centímetros. “Siempre está de broma con el tema. Que quién es más alto, más fuerte… (risas)”, explica Sergej.

Las expectativas

De joven era un acérrimo seguidor del Real Madrid, puesto que nació en España, donde su padre jugaba como profesional. Así pues, comparar su elegancia en el mediocampo con la del legendario exfutbolista y exentrenador merengue Zinedine Zidane es uno de los mayores cumplidos que puedan hacérsele.

“Me siento muy halagado al oír esa comparación”, admite el serbio, “aunque yo me veo más como Yaya Touré. En cuanto a ídolos, siempre he tenido también como referencia a Nemanja Matic”.

Y considera que su función en el futuro se parecerá más a la de Touré, en un papel similar al del antiguo astro de la selección Dejan Stankovic. “Me imagino como un futuro mediapunta”, señala el joven. “Es como más me gusta jugar, ha podido verse esta temporada en el Lazio”.

Sergej pudo haber optado por defender los colores de España, pero no llegó a contemplar incorporarse a la selección campeona del mundo de 2010. “Soy perfectamente consciente de dónde vengo y de dónde está mi sitio. Mi país es Serbia, siempre lo digo con mucho orgullo. Me sentí el hombre más feliz del mundo cuando recibí la convocatoria de la selección absoluta”.

Y con esa pasión que siente por la camiseta, ¿qué significaría para él terminar su segundo Mundial —el primero de la categoría absoluta— con una medalla? “Que se habrán hecho realidad todos mis sueños de la infancia”.