jueves 31 marzo 2016, 14:49

El resurgir de los modestos en Asia

Varias naciones asiáticas recordarán la segunda ronda de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™ como una campaña que ha marcado un hito en sus trayectorias. Hasta la fecha, diversos países cuyos logros internacionales habían sido harto modestos han conquistado cumbres nunca antes holladas.

La selección de Tailandia emuló el éxito reciente de los clubes nacionales en la Liga de Campeones de la AFC al conseguir el pase para la última fase de la competición preliminar a lo grande: aupada a la primera posición de su grupo. Siria, por su parte, desafió los malos pronósticos (dada la importante crisis interna por la que atraviesa la nación) para pasar de ronda con seis victorias en ocho partidos.

En el otro extremo de las tablas, FIFA.com se fija en algunas de las naciones cuyas campañas, aunque han llegado a su fin, no se olvidarán fácilmente por los logros históricos conseguidos.

Afganistán Afganistán se encuentra en estos momentos en plena trayectoria ascendente, pese a haber pasado casi dos décadas de sequía internacional debido a la inestabilidad política de la nación. Desde que regresó a la esfera internacional en 2002, ha registrado progresos impresionantes, sobre todo en los últimos tiempos. En sus tres últimas campañas mundialistas no arrancó ninguna victoria y, sin embargo, su selección actual se ha anotado tres triunfos en esta competición preliminar, coronados esta semana por una victoria notable contra Singapur, cuatro veces campeona del sudeste asiático.

Y todo esto a pesar de haberse visto obligada a disputar sus partidos como local en Irán, donde miles de seguidores de la diáspora afgana se congregaron esta semana para presenciar el triunfo más importante de su equipo en la competición preliminar del Mundial. La nación disfruta ahora de una posibilidad real de clasificarse para su primera Copa Asiática de la AFC de la historia, tras conseguir el pase para la fase de clasificación de la competición continental.

Guam Cuesta imaginar un país de sólo 170.000 ciudadanos imponiéndose a otro de más de mil millones de habitantes, pero esto es exactamente lo que Guam logró el año pasado cuando derrotó a la India en un clasificatorio para Rusia 2018. Sin embargo, 15 años antes había sufrido una derrota por 19-0, un récord de la época en la competición preliminar del Mundial. El contraste refleja el desarrollo del equipo, tanto desde el punto de vista de la técnica como de la mentalidad, durante la estancia en el banquillo del seleccionador inglés Gary White.

A las órdenes de White, Guam ha hecho suya la cultura indígena chamorro. La selección de la remota nación del norte del Pacífico, que en la actualidad responde al sobrenombre de Matao, ha alcanzado cotas inimaginables en términos relativos. A aquella victoria sobre la India del pasado mes de junio precedió pocos días antes otra contra Turkmenistán en el tan esperado clasificatorio mundialista en casa. Increíblemente, Guam, descontados los dos choques contra Irán, encajó sólo tres goles en seis partidos y terminó cuarta de su grupo.

Hong Kong La historia del fútbol de Hong Kong, en la que se incluyen los años de fundación de la Confederación Asiática de Fútbol durante la década de 1950, se remonta a principios del siglo pasado. Este territorio junto a las costas de China fue una potencia del fútbol asiático hace muchas décadas, y actualmente los engranajes vuelven a ponerse en marcha. El resultado más famoso de Hong Kong en la clasificación para el Mundial sigue siendo una victoria casi inimaginable por 2-1 sobre China en 1985, pero los dos empates anotados contra el mismo rival durante la campaña actual dejaron a la mayor nación del mundo desesperada por conseguir un resultado positivo en la última jornada.

Hong Kong terminó tercera del grupo, a tres puntos de la clasificación. Bajo la batuta del astuto entrenador surcoreano Kim Pangon, la selección nacional está alcanzando éxitos que reflejan el trabajo que la Asociación de Fútbol de Hong Kong viene efectuado en el fútbol base en los últimos años.

Palestina Tras su debut en la Copa Asiática a principios de 2015, Palestina ha seguido demostrando sus capacidades en los clasificatorios para Rusia 2018. La selección, que ha terminado tercera de su grupo, obtuvo resultados extraordinarios dadas las circunstancias. Se anotó un empate a cero con Emiratos Árabes Unidos, un equipo que posee el mejor ataque del continente, y confirmó que no lo había logrado por casualidad al registrar el mismo resultado contra un grande del occidente asiático, Arabia Saudí, en un país neutral, Jordania. Tres victorias en ocho partidos representan un nuevo hito en su trayectoria. Muy bien dotada técnicamente y físicamente poderosa, Palestina ha puesto las bases de sus éxitos futuros.

Filipinas Considerada hace tiempo la nación futbolística más débil del sudeste asiático, Filipinas se ha desprendido de esa etiqueta en los últimos años. Primero bajo el alemán Michael Weiss, y más recientemente a las órdenes del excapitán de Estados Unidos Thomas Dooley, los Azkals son capaces hoy en día de presentar batalla a cualquier equipo del continente. Sus nuevos ímpetus quedaron patentes el martes, cuando Filipinas remató a última hora su remontada para arrancar una victoria por 3-2 a una participante en el Mundial de 2010, la RDP de Corea, un equipo famoso por su sólida defensa. Se trató de un resultado doblemente importante, dado que una victoria habría bastado a los norcoreanos para permanecer en la carrera hacia Rusia 2018, a expensas de su vecina China.

Filipinas ha participado en contadas ocasiones en la fase de clasificación para el Mundial; por ejemplo, recientemente no disputó la competición preliminar de Sudáfrica 2010. Pero su renovado equipo, en el que figuran numerosos jugadores con experiencia en el extranjero, ha ganado tres de los ocho partidos jugados, una espectacular mejora con respecto al registro que la nación poseía previamente: una única victoria en los 13 encuentros anteriores.