martes 21 abril 2020, 04:11

Olunga, un rey que quiere hacer historia con Kenia

  • Michael Olunga es el primer keniano en la J-League japonesa

  • Su estadía en el Kashiwa Reysol es un éxito rotundo

  • Habla su sueño mundialista y de sus 8 goles en un partido

Los hitos parecen acompañar a Michael Olunga por dondequiera que va. Durante su breve paso por el Girona, se convirtió no solamente en el primer jugador del club que firmaba un hat trick en La Liga española, sino también en el primer keniano en lograrlo.

El espigado delantero, al que se conoce cariñosamente como el Ingeniero, se marchó al Kashiwa Reysol en 2018. Allí se convirtió en el primer keniano en jugar y en ver puerta en la J1 League, y el año pasado ayudó al equipo a regresar a la primera división japonesa. Su estancia en el Kashiwa está siendo asombrosamente exitosa, y queda resumida en los 8 goles que marcó el 24 de noviembre de 2019 en un triunfo por 13-1 sobre el Kyoto Sanga.

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“Ahora, cuando alguien de Kenia oye hablar de la J-League, esa persona me tendrá siempre en su mente”, afirma Olunga a FIFA.com.

“Eso está genial, porque yo también estoy intentando trabajar mucho más duro para promocionar la J-League en general en el continente africano, lo cual es positivo para el crecimiento del fútbol en Japón”.

Como el resto del mundo, Olunga se ha quedado en casa durante la pandemia del COVID-19, intentando mantener cierta apariencia de normalidad mientras entrena por su cuenta.

“Al estar en casa tanto tiempo, sí que descubres que puedes trabajar en esa clase de entorno. Te das cuenta de que, si hay algunas cosas que no consigues ejercitar en el campo, puedes sustituir parte del trabajo duro en tu casa. Así que quizá sea un buen momento para ayudarnos a trabajar aspectos de nuestro juego que no logramos perfeccionar en el campo”, observa.

Olunga ha marcado 32 goles en apenas 41 partidos con el Kashiwa Reysol, y hemos querido saber a qué atribuye esa fenomenal cosecha.

“Cuando vine a Japón en 2018 era en mitad de la temporada, y el Kashiwa Reysol no lo estaba haciendo muy bien”, explica.

“Intenté encajar en el equipo, pero no jugué mucho y solamente metí tres goles, así que tardé un poquito en adaptarme. Pero en mi segundo año vino el nuevo entrenador [Nelsinho Baptista], y me gané la titularidad en la pretemporada”.

“Atribuyo el éxito al trabajo duro, y a mantener la concentración incluso cuando crees que lo estás perdiendo todo. Al fin y al cabo, se trata de creer que eres capaz de conseguir grandes cosas. Hay muchos grandes jugadores en el mundo, pero cuando tienes confianza, que para mí es el aspecto más importante en un jugador, haces maravillas en el campo”, añade.

En la última jornada de la temporada de 2019, Olunga se destapó con la increíble cosecha de 8 goles, que constituye un récord histórico de la J2 League. Pero por encima de todo, ayudó a su equipo a regresar a la máxima categoría al año de haber descendido.

“Venía de jugar con mi selección y era el último partido de la temporada”, relata. “Sinceramente, no esperaba marcar ocho goles en ese encuentro. Mi objetivo era firmar un triplete porque iba cuarto en la tabla de goleadores, con 19 tantos. Sabía que tenía que hacer algo especial, porque lograr un hat trick no es algo que suceda todos los días en el fútbol”.

“Ya había cumplido mi objetivo en el primer tiempo, y sabía que tenía otros 45 minutos para intentar algo que parecía imposible. Salí al campo en el segundo periodo y le puse todo mi empeño. Creo que fue la forma perfecta de concluir la temporada de 2019”.

En su proceso de adaptación a Japón, a Olunga le ha ayudado su buena disposición a interactuar con sus compañeros y técnicos, y a aprender todo lo que pudiese de su cultura. También se ha aficionado a la comida japonesa. Su plato favorito es la Unagi (anguila de agua dulce japonesa). Habla con pasión y entusiasmo del nivel del fútbol nipón y de la actuación de Japón en la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, donde los Samuráis azules estuvieron a punto de eliminar a Bélgica.

Y Olunga está dejándose la piel para intentar guiar a Kenia hacia esa competición. Las Harambee Stars nunca se han clasificado para una fase final mundialista. Cuando se reanuden las eliminatorias, Kenia competirá en el Grupo E de la segunda ronda, donde se enfrentará a Malí, Uganda y Ruanda.

“Todos los futbolistas sueñan con jugar en un Mundial”, asevera Olunga. “Si te fijas en estas selecciones, Uganda y Malí estuvieron en la Copa Africana de Naciones 2019 y ambas pasaron a octavos de final, mientras que nosotros caímos eliminados tras la fase de grupos. Visto así, somos una de las selecciones más débiles del grupo”.

“Pero el fútbol está cambiando. Y todos tienen la oportunidad de jugar en casa y fuera, así que en cierto modo tienes las mismas ventajas que tus rivales. Todo es cuestión de trabajar duro, intentar aprovechar cuando juegas en casa y encontrar formas de arrancar buenos resultados; y a veces se necesita un poco de suerte. Pero no se puede depender de la suerte. Trabajaremos duro e intentaremos darlo todo”.

Olunga también es optimista en general sobre el futuro del desarrollo del fútbol keniano: “El fútbol keniano ha mejorado mucho durante los últimos años. La última vez [antes de 2019] que Kenia participó en la Copa Africana de Naciones fue en 2004. Tardamos 15 años en regresar a la máxima competición continental. Se produjo un gran vacío”, señala.

“Ha habido un cambio de liderazgo, y ahora los nuevos directivos están intentando traer ideas nuevas, formar más a los entrenadores e introducir una nueva dimensión de este deporte. Creo que han transformado de veras el fútbol keniano, aunque todavía no estamos donde nos gustaría estar para este 2020. Podemos apreciar un crecimiento positivo. Creo que tenemos un gran futuro por delante”, subraya.

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Olunga, que creció viendo y admirando al también zurdo Robin van Persie, celebró su 26º cumpleaños durante los primeros días de la pandemia del COVID-19. Es muy probable que se enfrente a este reto con calma, como lo ha hecho durante toda su carrera. El delantero dio el salto a Europa con el Djurgardens sueco tras una temporada sensacional con el Gor Mahia; pero al igual que le ha ocurrido en Japón, el éxito no le llegó de inmediato.

“Los primeros seis meses en Suecia no fueron nada fáciles, pues llegué a Suecia desde África en pleno invierno, con las bajas temperaturas y el choque cultural en general. El ritmo del juego era bastante alto. Había muchos factores que no obraban a mi favor. Son situaciones en las que puedes encontrarte como jugador. Intentas adaptarte lo más rápidamente posible porque es una competencia y los deportes están limitados: sólo pueden jugar 11. La experiencia allí me hizo más fuerte”, recuerda.

Esa dura experiencia le sirvió de base al afrontar su marcha a Japón, donde su trabajo duro, su interés por la cultura japonesa y su éxito en el campo lo han convertido en un ídolo entre la afición del Kashiwa Reysol.

“Mi cántico en el Kashiwa está basado en la famosa canción de Boney M. ‘Jambo-Hakuna Matata’”, revela Olunga. “Normalmente se la cantan a los extranjeros cuando llegan a Kenia como una canción de bienvenida. Se la cantan para decirles que Kenia es un país pacífico y tranquilo. *Hakuna Matata* significa en suajili que no hay problemas”.

“Cuando los aficionados crearon el cántico para mí, ¡probablemente buscaron en Internet canciones famosas en suajili y encontraron esta! Les oí cantarla en un partido y me gustó, porque representa a mi cultura. Que la canten en suajili hace que quiera dar más por el equipo, porque siento la cultura. Por eso me encanta el cántico”.

Y mientras se machaca cada día en sus entrenamientos personales, Olunga sabe que algún día volverá a reunirse con sus seguidores y todos podrán volver a cantar juntos…