En un partido trabado y de mucho esfuerzo físico, Panamá y México igualaron sin anotaciones. El encuentro, válido por el hexagonal final de la CONCACAF, se disputó el 15 de noviembre en el Estadio Rommel Fernández de la capital panameña.

La primera mitad tuvo mucha intensidad, pero pocas aproximaciones en las porterías. Panamá lució una estrategia de gran sacrificio, con sus 11 elementos defendiendo atrás de media cancha y mucho desdoble físico a la hora de recuperar la pelota y tratar de sorprender a México.

De esta manera, en un par de ocasiones, el arquero Guillermo Ochoa tuvo que mostrar sus reflejos al detener tiros de media distancia de Gabriel Torres y Blas Pérez. Los mexicanos, en tanto, crearon peligro mediante el balón parado, con un remate de cabeza de Diego Reyes.

La segunda mitad continuó en el mismo tenor. La pelota trabada en la mitad de la cancha y con los equipos teniendo dificultad para hilar varios pases seguidos. En los primeros cinco minutos del complemento Blas Pérez forzó a Ochoa a lanzarse un par de veces.

México, por su parte, causó temor con un tiro libre de Miguel Layún y un remate de cabeza de Rafael Márquez que se escapó por el costado derecho de la portería defendida por Jaime Penedo.

Ya cerca del final, ambos equipos se volcaron al frente, buscando el gol. Y Panamá fue quien estuvo más cerca de hacerlo, con una vistosa chilena de Luis Tejada, quien forzó a Ochoa a lanzarse para evitar el grito de gol canalero.