Por Vjekoslav Paun, con Croacia

Croacia había estado magnífica la última vez que jugó en Nizhni Novgorod. Allí derrotó a Argentina por 3-0 y, de paso, dio serias muestras de su poderío en Rusia 2018. El partido del domingo contra Dinamarca, no obstante, fue completamente distinto. Los Vatreni lograron el billete para cuartos de final, pero sólo después de un sufrimiento y una emoción considerables.

Los croatas eran una de las tres únicas selecciones, junto con Bélgica y Uruguay, que habían ganado sus tres encuentros de la primera fase. Y quizá se esperaba mucho más de los estelares centrocampistas de Croacia, pero el equipo fue incapaz de dominar frente a un rival bien organizado.

El guardameta Danijel Subasic fue el héroe de Croacia, al detener los penales lanzados por Christian Eriksen, Lasse Schone y Nicolai Jorgensen. Al cabo de 120 minutos agotadores, los Vatreni se impusieron por 3-2 en la tanda gracias al lanzamiento convertido por Ivan Rakitic.

“Mientras me preparaba para este último lanzamiento, solamente estaba pensando en mi mujer y mis hijas”, revela Rakitic. “Ella me dijo que yo sería el que resolvería el partido al final. Ha sido uno de los encuentros más emotivos de mi carrera hasta la fecha”.

Rakitic y sus compañeros tienen la oportunidad de igualar, o incluso mejorar, la tercera posición obtenida por la histórica selección croata que compitió en 1998.

“La generación de Francia 1998 eran nuestros ídolos”, recuerda Rakitic. “Nos mostraron el camino que debíamos seguir, pero ahora tenemos que olvidarnos de ellos. Esto no debe ser una presión; tenemos que disfrutar de este Mundial. Me gustaría ver a los niños hablar de nosotros dentro de 20 años”.

El centrocampista estelar Luka Modric falló un penal en los últimos minutos de la prórroga, con lo que el partido concluyó con un 1-1, pero Rakitic se apresura a alabar las cualidades de su compañero de selección.

“Si Robert Prosinecki dice que Luka Modric es el mejor jugador en la historia de Croacia, es que es así”, subraya Rakitic. “No hay nadie en Croacia que entienda más de fútbol que él”.

“Pero Luka Modric no sólo es grande en el terreno de juego; también es una gran persona. Es un placer jugar contra él en España, y es mejor todavía cuando compartimos equipo. Él es nuestro líder”, concluye.