viernes 21 febrero 2020, 06:39

Ramsay disfruta con su periplo internacional

  • Iain Ramsay apuntala a Filipinas durante una fase de crecimiento excepcional

  • RP China, su rival por un puesto en la siguiente ronda clasificatoria de Catar 2022

  • “Esperamos seguir rindiendo a este nivel”, explica a FIFA.com

De niño, Iain Ramsay siempre había soñado con ser futbolista. No sabía adónde lo llevaría este deporte, pero estaba convencido de que su trayectoria sería alegre e intensa, y el tiempo ha acabado dándole la razón.

Ya ha militado en clubes de siete países distintos, lleva cinco años representando a las Filipinas y ha disputado dos campañas clasificatorias de la Copa Mundial de la FIFA™. El momento más emocionante quizás haya sido la histórica primera participación de los Azkals en la Copa Asiática, torneo en el que obligaron a emplearse a fondo a la República de Corea, subcampeona de 2015, y todo ello en el marco de una etapa de crecimiento sin precedentes de la selección nacional.

Ramsay, hijo de padre escocés y madre filipina, nació y se crio en Sydney, y siendo muchacho vivió también durante un tiempo en Escocia y Gales, antes de emprender una sólida carrera profesional en la A-League australiana.

Su condición de extremo zurdo —una demarcación habitualmente difícil de cubrir para los entrenadores—, su energía casi inagotable y su olfato de gol hacen de él un recurso sumamente práctico para cualquier equipo.

Su periplo asiático comenzó con un fichaje inesperado por el Tractor Sazi iraní en 2015, y desde entonces ha pasado por las Filipinas, Malasia y Tailandia, donde juega desde hace poco, en las filas del PT Prachuap FC.

Coincidiendo con la época en la que recaló en Irán, Ramsay debutó con la selección filipina, una decisión que le ha ayudado a escribir numerosos capítulos animados de su propio historial.

Ha podido visitar todos los rincones del continente, con su diversidad cultural inagotable, y está formando parte de una fase histórica, que ha llevado al fútbol a pelear incluso con el baloncesto por ser el gran deporte nacional filipino, algo que antes parecía impensable.

Por increíble que parezca, la selección filipina no jugó su primer clasificatorio mundialista hasta 1996, en una campaña en la que sus primeros encuentros incluyeron una abultada derrota a manos de Sri Lanka.

Sin embargo, a día de hoy la situación ha cambiado radicalmente, y en un periodo de tiempo relativamente breve. Los Azkals (“perros callejeros”) comparten en estos momentos con la potente RP China el segundo puesto de su grupo clasificatorio de la 2ª ronda de la AFC para Catar 2022.

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Su próximo compromiso es un choque en casa ante Guam, el 26 de marzo, aunque todo apunta a que el segundo puesto y una posible clasificación para la última ronda de la competición preliminar se decidirán ante el combinado chino en junio, cuando los Azkals visiten el país más poblado del planeta.

“Esperamos seguir rindiendo a este nivel”, explica Ramsay a FIFA.com desde donde vive ahora, en una casa cercana a la playa en la península de Malaca.

“Empatar en casa con China fue un gran resultado, el rival tenía de entrenador a Marcello Lippi. Para nosotros supuso algo enorme, nos ha dado confianza, a ver qué hacemos ahora cuando los visitemos”.

En los últimos años Asia, y cada vez más el sudeste asiático, se ha convertido en un destino predilecto de los futbolistas australianos. Según los datos más recientes, son casi 50 los que juegan de forma profesional por todo el continente, y Ramsay fue pionero cuando emprendió su aventura, hace cinco años.

“Siempre me había exigido a mí mismo probar suerte en el extranjero”, señala. “Cuando me fui de Australia decidí ir a por todas en Asia, jugar aquí todo lo que pudiese y aprovechar al máximo mi carrera. Y desde que he venido a Asia no lo he lamentado”.

Y ahora Ramsay asegura que el cuadro filipino puede dejar de verdad su impronta en el sudeste asiático con motivo del Campeonato de la AFF, cita regional que suscita un gran interés y atrae a muchísimo público, y cuya próxima edición será este mismo año.

“Todos los que estamos en la selección queremos ganar la Copa Suzuki [el Campeonato de la AFF], y ya va siendo hora, claro. Cada vez vamos a más, ojalá lo logremos algún día”.

“Espero poder ayudar al equipo a conseguir la clasificación para la Copa Asiática y ganar la Copa Suzuki antes de retirarme”, concluye.