lunes 14 marzo 2016, 01:08

Rashidov, la pólvora de los Lobos Blancos


La afición de Doha, que ha tenido el privilegio de disfrutar de algunas de las estrellas más rutilantes del fútbol mundial, no es de las que se dejan impresionar fácilmente. El español Raúl, que militó tres temporadas en el Al Sadd, uno de los clubes más importantes del fútbol qatarí, es una de las leyendas que han pasado por la Qatar Stars League, seguido de su paisano Xavi, que juega en el conjunto de Doha desde el pasado mes de septiembre. Sin embargo, también hay futbolistas de menor renombre que están brillando con luz propia en Qatar, como es el caso del uzbeko Sardor Rashidov, el nuevo fichaje del Al Jaish, que en su primera temporada a orillas del Golfo Pérsico se está ganando el aplauso de los exigentes aficionados locales.

Tras arribar a Doha el pasado mes de julio, Rashidov, que tiene 24 años, no ha tardado en hacerse un nombre en la liga qatarí, y en los 20 partidos que ha disputado suma ya nueve goles que han catapultado a su equipo al tercer puesto de la clasificación. Con su velocidad y olfato goleador, el ex jugador del Bunyodkor de Taskent, que en el Al Jaish viste el dorsal número 10, ha encandilado a una afición qatarí que ya le apoda 'CR10'.

“Claro que me agrada que me llamen CR10, porque cualquier comparación con un astro mundial de la talla de Cristiano Ronaldo sólo puede suponer un motivo de satisfacción para mí”, cuenta Rashidov a FIFA.com. “No obstante, prefiero que me llamen por mi nombre, que es Sardor”, aclara.

“He venido a Qatar para asumir nuevos retos”, explica en referencia a su aventura a orillas del Golfo Pérsico, que supone su primera experiencia en un club extranjero. “El Al Jaish es un buen equipo y estoy contento de estar aquí. Además, representar a mi país en una liga extranjera constituye un honor para mí. Siempre he soñado con jugar en una de las grandes ligas europeas, pero ahora estoy centrado en seguir mejorando. Si lo haces bien y destacas, la oportunidad en Europa acabará llegando por sí sola”, añade.

La Copa Asiática como escaparate internacional A pesar de la confianza que Rashidov irradia, lo cierto es que hace sólo tres años eran muy pocos los que conocían al delantero uzbeko. Formado en el Sogdiana, un club de Djizak, su localidad natal, el ariete fichó en 2009 por uno de los equipos más importantes de Uzbekistán, el Bunyodkor, donde pasó varios años a lo largo de los que fue creciendo progresivamente como goleador. En 2013, sus buenas actuaciones en su club le valieron su primera convocatoria con la selección de Uzbekistán.

El estreno de Rashidov como internacional llegó en un momento de relativo apuro para el combinado uzbeko, que no había empezado con buen pie la fase de clasificación para la Copa Asiática de la AFC 2015 y recibía a Vietnam con la necesidad imperiosa de ganar. Los uzbekos, que sólo habían sumado un punto en los dos partidos que habían disputado hasta entonces, saltaron al terreno de juego convencidos de poder lograr los tres puntos, pero el conjunto vietnamita se defendió con gallardía en la primera parte y el duelo llegó al descanso con empate 0-0 en el marcador.

En el segundo tiempo, el seleccionador Mirjalol Qosimov, que por entonces entrenaba también al Bunyodkor y conocía muy bien el potencial de Rashidov, dio entrada al joven delantero, que respondió a la confianza del técnico marcando el primer gol de un encuentro que los locales acabarían ganando por 3-1. Un mes más tarde, Rashidov anotó el tanto que establecía el 0-3 definitivo en la visita a Vietnam del combinado uzbeko, que sumaba así frente al mismo rival su segundo triunfo consecutivo.

“Tengo un gran recuerdo de aquellos partidos contra Vietnam”, rememora Rashidov. “Marqué en mi debut como internacional y el gol fue importante para que la selección lograse la clasificación. Los entrenadores que he tenido siempre me han dicho que juegue con confianza, así que eso es lo que hago, también cuando enfrente hay jugadores experimentados. Han pasado tres años desde aquello y ahora soy un jugador más seguro de sí mismo”, explica.

Rashidov también brilló con luz propia en la Copa Asiática de la AFC Australia 2015, y anotó un doblete contra Arabia Saudí en el último partido de la fase de grupos, que se saldó con victoria de los Lobos Blancos por 3-1 y supuso la clasificación para cuartos de final del conjunto de la antigua república soviética. El delantero internacional también demostró su puntería con el Bunyodkor, y en la temporada de 2014 se proclamó máximo goleador de su equipo con un total de 15 dianas en todas las competiciones.

“Mi trabajo es marcar goles, porque soy delantero y es lo que me toca hacer para ayudar a mi equipo. El talento es algo que te viene dado, pero con eso sólo no basta para ser buen futbolista, puesto que hay que trabajar y entrenar al máximo. Mi principal virtud es que siempre tengo la voluntad de mejorar. Quiero seguir creciendo y creo que el trabajo es lo único que te puede hacer mejor y más fuerte”, afirma.

A por el sueño mundialista Aclamado como uno de los futbolistas asiáticos con más futuro, Rashidov está prolongando su gran estado de forma en la fase de clasificación de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™. El atacante uzbeko suma ya cuatro goles, incluyendo un doblete que logró en el partido que su selección le ganó a Filipinas por un aplastante 1-5. A falta de dos jornadas para el final de la segunda ronda de la competición preliminar asiática, Uzbekistán está a un paso de lograr el billete para la siguiente fase. La afición ya está empezando a comparar la capacidad goleadora de Rashidov con la de Maksim Shatskikh, el que fuera estrella del Dynamo de Kiev y de la selección uzbeka, pero el joven ariete prefiere huir de las comparaciones.

“Hablamos de un gran futbolista”, asegura. “Shatskikh es un ídolo para cualquier jugador joven de Uzbekistán, pero yo quiero escribir mi propia historia. Quiero ser el primer Rashidov de la selección, no un segundo Shatskikh, y poner mi granito de arena para que el equipo gane todos los partidos posibles”, sentencia.

“Tenemos muchas opciones de estar en la siguiente ronda. En este momento, Uzbekistán cuenta con uno de los mejores planteles de su historia, así que es hora de dar una alegría a nuestra afición y lograr el billete mundialista por primera vez. Mi objetivo es jugar un Mundial con los colores de mi país y me emplearé al máximo para conseguirlo”, concluye.