Antes de la designación de Gernot Rohr como seleccionador de Nigeria, el equipo estaba atravesando un evidente bache, al ser incapaz de obtener la clasificación para la Copa Africana de Naciones de 2015 o 2017. Ante este panorama, eran muchos los que cuestionaban sus posibilidades de viajar a la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018™, sobre todo después de que el sorteo le deparase un grupo clasificatorio sumamente difícil, junto a Argelia, Zambia y Camerún.

A pesar de estas dificultades, Rohr rejuveneció al cuadro nigeriano convocando a jugadores del máximo nivel que competían en Europa, como Kelechi Iheanacho, Wilfred Ndidi y Alex Iwobi. Estos jóvenes de gran talento ayudaron a las Súper Águilas a alcanzar el Mundial invictas y, luego, a causar sensación en Rusia 2018, donde se quedaron a las puertas de la fase de eliminatorias, tras perder su último partido de la liguilla, ante Argentina.

En esta entrevista con FIFA.com, Rohr nos habla de su carrera como entrenador en África, sus ambiciones de alcanzar Catar 2022 con Nigeria y su deseo de situar por primera vez a las Súper Águilas en cuartos de final.

Usted es uno de los pocos entrenadores alemanes que han trabajado en África. ¿A qué cree que se debe?

Siempre procuro trabajar de forma respetuosa y eficaz, sobre todo adaptándome a la mentalidad africana.

Ha pasado por cinco países distintos del continente, Túnez, Gabón, Níger, Burkina Faso y ahora Nigeria. ¿Cuáles son las características distintivas de cada uno?

Empecé mi trayectoria en África en Túnez, en el Étoile du Sahel. Aquella fue mi primera experiencia en el continente, antes de pasar a dirigir selecciones nacionales. En Túnez pude ver de primera mano el gran nivel de organización e instalaciones deportivas que había, hay que tener en cuenta que se trataba de un club que ha ganado la Liga de Campeones africana. Fue una buena experiencia. Después llegó mi primera etapa como seleccionador nacional, en Gabón, allí aprendí mucho y guardo muchos recuerdos maravillosos. Durante aquel periodo progresamos de forma notable, gracias al antiguo ministro de Juventud y Deportes, un exinternacional que nos facilitó nuestra tarea porque conocía muy bien el fútbol. Llegamos a la Copa Africana de Naciones en 2012, conseguimos alcanzar las eliminatorias y perdimos ante Malí en los penales.

Entonces fue nombrado seleccionador de Níger.

En Níger, el objetivo era la clasificación para la Copa Africana de Naciones, y lo alcanzamos después de ganarle a Guinea. Tuvimos una buena actuación en la fase final de 2013, en Sudáfrica, un país muy cálido, hubo temperaturas de hasta 47°. Aunque jugamos en canchas muy complicadas, los futbolistas mostraron una gran determinación y solidaridad. Conservo magníficos recuerdos de la época que pasé en Níger. En cuanto a Burkina Faso, atravesamos un periodo complicado en 2015, la política afectó mucho a los deportes, así que decidí marcharme al cabo de un año.

Entonces recaló en Nigeria, después de que el país se quedase fuera de la CAF 2017. ¿Cómo ha logrado hacer frente a este reto?

Nigeria es un país distinto a los anteriores, en términos de cultura y de idioma. Tiene 200 millones de habitantes. Después de quedarse fuera de la Copa de Naciones, hubo que reconstruir el plantel, así que decidí convocar a jugadores relativamente desconocidos que acababan de cumplir 18 años, como Iheanacho e Iwobi. Mi asistente y yo conseguimos confeccionar un equipo caracterizado por la armonía y el equilibrio y encabezado por nuestro capitán, Obi Mikel.

Aún así se clasificó a Rusia 2018 tras superar a tres campeonas africanas recientes como Zambia, Camerún y Argelia...

Hicimos un primer partido fantástico en Zambia, eso nos permitió empezar con muy buen pie. Alineamos un once muy joven, con Iheanacho y Ndidi, además de Iwobi, que marcó. Llegamos al final del primer tiempo con un 2-0 a favor. Contábamos con un arquero estupendo, Carl Ikeme, que estuvo extraordinario, aunque por desgracia la enfermedad le obligó a poner fin a su carrera. Luego vencimos a Argelia en casa, eso nos situó con seis puntos, mientras que nuestros adversarios solo sumaban uno. Y seguimos en la misma línea, ganando 4-0 a Camerún y venciendo a Zambia, eso nos permitió terminar los clasificatorios invictos, aunque al final se nos declaró perdedores del último partido contra Argelia [nota: Nigeria fue sancionada por alineación indebida de un jugador], aunque en realidad terminó en empate, 1-1.

Nigeria hizo un buen papel en Rusia 2018, sobre todo en el partido de Argentina. ¿Merecían el pase a la fase de eliminatorias?

Sí, merecíamos la clasificación. Jugamos muy bien sobre todo contra Islandia, tuvimos un arquero de 18 años apenas. Contra Argentina, nos hubieran hecho falta unos minutos más para responder [tras el gol del rival en los últimos minutos], y el encuentro acabó decidiéndose por detalles. Casi conseguimos un segundo penal, pero el VAR lo anuló. Aun así, lo que hicimos en Rusia fue muy alentador.

Después, Victor Moses, Obi Mikel y Odion Ighalo anunciaron su retirada de la selección. ¿Qué le parecieron esas decisiones?

Lamentamos la retirada de Moses, y también de Obi Mikel e Ighalo, porque son futbolistas fantásticos, con un gran potencial. Decidieron retirarse por motivos familiares o para competir en China y centrarse en sus carreras con los clubes, son decisiones que respetamos.

Faltan pocos meses para que empiece la segunda ronda de la competición preliminar de la zona africana de Catar 2022. ¿Qué opina de su liguilla y de sus rivales?

Tenemos tres adversarios en la liguilla y hay que respetarlos a todos. Liberia es una selección a la que no puede subestimarse, ya lo comprobamos en un amistoso que ganamos nosotros. En cuanto a Cabo Verde, tiene jugadores de origen portugués y brasileño, y está en condiciones de ganar a cualquier oponente. La República Centroafricana supone una incógnita para nosotros, eso hará que sea más difícil. Creo que es un grupo complicado, aunque tenemos fe en nuestras capacidades. Ya conseguimos la clasificación para Rusia 2018 en el grupo de la muerte, así que estamos convencidos de poder repetir esta vez.

¿Hay algún equipo al que prefiera evitar en la última ronda clasificatoria, como Argelia y Senegal?

Ocurra lo que ocurra, la competencia va a ser muy dura, aunque al jugar sin público nos perderemos la emoción. Espero que los hinchas puedan asistir a los partidos el año que viene, eso hará que sean mucho más divertidos.

Después de esta prolongada interrupción causada por la COVID-19, ¿está en contacto con los jugadores, y ha perfilado ya la planificación para este próximo periodo?

Mantenemos una comunicación constante con los jugadores, el personal técnico, los preparadores, el analista de vídeo y todo el cuerpo técnico. Vemos a los jugadores todas las semanas y a veces también viajamos para reunirnos con ellos. Hace poco visité a Akpoguma, del Hoffenheim, que decidió jugar con Nigeria después de representar a Alemania en las categorías inferiores. También me mantengo en contacto con los dirigentes de la Federación Nigeriana, con los que acordé una ampliación de mi contrato hasta Catar 2022, sujeta a que logremos la clasificación. Está siendo un periodo singular, no cabe duda.

Si alcanzan Catar 2022, ¿su principal objetivo será situar a Nigeria por primera vez en cuartos, sobre todo con esta nueva generación de futbolistas?

Vamos a ir paso a paso. Primero tiene que llegar la clasificación, luego ya nos fijaremos en nuestro grupo de la fase final. Intentaremos estar en las eliminatorias, hace dos años nos quedamos muy cerca. Para conseguirlo habrá que esforzarse.

Como entrenador que lleva mucho tiempo en África, ¿a qué selecciones considera favoritas para estar en Catar 2022?

La respuesta está en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola. Creo que lo lograrán las cinco primeras del escalafón.

Por último, ¿qué mensaje desea transmitir en estos tiempos de pandemia?

Espero que todos los jugadores y los hinchas se protejan y cuiden su salud. Y también que la vida retorne a la normalidad para que los hinchas puedan viajar y asistir a los partidos, eso devolverá a su vez la vida al fútbol.