Durante estos últimos diez días, la afición iraquí ha vivido un aluvión de tensiones y sentimientos encontrados. Y todo a raíz del decepcionante empate con Tailandia, en el Grupo F de los clasificatorios asiáticos a Rusia 2018; un tropiezo que provocó el despido del seleccionador Yahya Alwan.
Pocas horas después de la marcha de Alwan, la Asociación Iraquí de Fútbol eligió a Abdul Ghani Shahad, hasta entonces al frente del combinado olímpico, para dirigir a la absoluta en el último y decisivo partido de la fase de grupos, contra Vietnam. Para seguir vivos en la competición preliminar, los Leones de Mesopotamia tenían que hacerse obligatoriamente con los tres puntos, así que su misión estaba clara.
El nombramiento de Shahad, de 48 años de edad, vino avalado por los excelentes resultados obtenidos en estos últimos diez meses con su club, el Naft Alwasat, con el que conquistó el campeonato de Irak en julio de 2015, así como por la clasificación de los suyos para Río 2016.
Shahad consiguió la ansiada y necesaria victoria ante Vietnam (1-0), garantizando así el pase de sus pupilos como uno de los cuatro mejores segundos de los ocho grupos en liza. Y el técnico habló con FIFA.com sobre los factores que les permitieron salir airosos pese a la enorme presión sufrida: "Preparamos al equipo mental y psicológicamente en un breve espacio de tiempo. También estudiamos a Vietnam y vimos sus últimos encuentros. Los nuestros tenían la moral por los suelos, pero necesitábamos la victoria. Los jugadores tenían una presión enorme, que intentamos aliviar. Les di permiso para salir del hotel varias veces para relajarse. Además dimos una oportunidad a varios jóvenes y la apuesta nos salió bien".
Shahad aspira a que su país regrese a la que sería su segunda Copa Mundial de la FIFA™, después de su debut en México 1986. En la Fase 3 de las eliminatorias asiáticas, las doce supervivientes quedarán encuadradas en dos grupos de seis. Sobre las opciones de sus hombres, explicó: "La próxima misión es complicada y habrá que trabajar muchísimo. Tenemos que poner en marcha una estrategia a largo plazo, porque la mayoría de los integrantes del grupo pasan de los 30 y hay que proporcionar a los jóvenes la ocasión de desarrollar su talento. Tenemos que confiar en ellos para formar una nueva generación".
Dar oportunidades a los nuevos talentos Está claro que Shahad predica con el ejemplo, puesto que para la cita con Vietnam ya echó mano de varios miembros del equipo olímpico que dirigía hasta hace poco. El artillero Mohanad Abdul-Raheem, autor del gol de la victoria, es uno de ellos. El propio técnico alabó el rendimiento de sus nuevas incorporaciones, incluyendo al ariete: "Si hubiese tomado antes las riendas de la selección, habría contado con más jugadores jóvenes. Hay que repetir esta experiencia para que los jóvenes adquieran rodaje. Mohanad es uno de los futuros talentos de Irak. Necesita más oportunidades, incluso si falla. Lo traje a la olímpica y confié mucho en él, a pesar de su lesión. Cuajó buenas actuaciones, como contra Vietnam".
En conclusión, Shahad insistió en la importancia de contar en el futuro con los miembros del combinado olímpico que viajará a Río 2016 para formar la base de la selección absoluta, que comenzará a disputar la Fase 3 de los clasificatorios de la AFC para Rusia 2018 un mes después de los Juegos. "La tarea no será nada fácil y habrá que trabajar mucho para hacerlo bien en Río 2016, como en Atenas 2004. Allí estarán los 16 mejores del mundo. Nuestro objetivo es doble: conseguir resultados positivos y mostrar un buen nivel técnico. La participación en los Juegos Olímpicos servirá a varios jugadores de preparación para la tercera ronda de las eliminatorias de la Copa Mundial, que comenzará en septiembre".
La afición iraquí confiará en que las palabras de Shahad se conviertan en realidad y sus pupilos dejen un buen sabor de boca en Río 2016 y se clasifiquen para Rusia 2018.