***Desde que Park Jisung dejara el fútbol internacional en 2011, en el mediocampo de la República de Corea se ha echado mucho en falta su dinámica presencia. De hecho, los Guerreros Taeguk* no lograron superar la fase de grupos de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™. No obstante, el buen hacer de Yoon Bitgaram en los últimos tiempos hace pensar que el hueco dejado por el mítico ex capitán puede llenarse por fin.

Yoon, de 26 años, no ha cesado de deslumbrar desde que a comienzos de la presente temporada se incorporara a la disciplina del Yanbian Funde, de la Super League china. Su rendimiento no pasó desapercibido para el seleccionador Uli Stielike, quien propició su regreso a un combinado con el que no jugaba desde 2012. El mediocampista estuvo a la altura: anotó el primer gol y sirvió en bandeja el segundo en la reciente victoria de los surcoreanos por 2-1 en un amistoso ante la República Checa.

"Fue una gran satisfacción ayudar a mi equipo a ganar el partido", explica Yoon a FIFA.com. "Ése fue mi primer encuentro internacional tras una larga ausencia, de modo que para mí tiene una importancia especial. Espero volver a formar parte de los elegidos. Desde luego, me emplearé a fondo para ganarme la plaza con mi rendimiento".

Yoon no esconde quién es su referente. "Hay muchos veteranos de la selección de los que puedo aprender, pero mi principal modelo a seguir es una leyenda con la que tuve la suerte de jugar, y que no es otro que Park Jisung. Era la figura más influyente de la formación y dejó en mí una profunda huella".

Recuperando la forma Nacido en Changwon en 1990, Yoon emprendió su carrera profesional en 2010 con el club de su provincia, el Gyeongnam FC. Pero mucho antes de todo eso, su nombre ya sonaba como una de las promesas con más proyección del país. Como muestra, su actuación en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA 2007, celebrada precisamente en la República de Corea. Nuestro protagonista disputó los tres partidos de los jóvenes Guerreros Taeguk y anotó el tanto de la victoria contra Togo (2-1). Su potencial era tal que la prensa local no tardó en adjudicarle el apelativo de "el Zidane coreano".

Una vez en el Gyeongnam FC, Yoon mantuvo su trayectoria ascendente. Su eclosión llegó en su primera temporada en la K League, en la que marcó seis goles en 24 partidos, lo que le hizo acreedor del premio al mejor debutante del año. Poco después representó a su país en la Copa Asiática de la AFC 2011, donde materializó en la prórroga el único tanto del duelo contra Irán, que les abrió las puertas de semifinales. También recibió su bautismo de fuego en la competición preliminar de la Copa Mundial de la FIFA™, con cinco encuentros con la República de Corea de camino a Brasil 2014.

Sin embargo, en los cuatro años siguientes no volvió a la escena internacional. Y en el fútbol de clubes sólo sumó una diana en todo 2013 con el Jeju United. El joven prodigio no consiguió hacer realidad las expectativas que había generado, y la prensa empezó a referirse a él como "el genio malogrado".

Con todo, Yoon regresó de manera muy convincente el año pasado, con seis tantos y siete asistencias para el Jeju, que terminó entre los seis primeros de la tabla en la liga. Después de su traslado a China esta temporada, ha mantenido la forma y dejado boquiabierta a la afición local con sus milimétricos pases y sus goles. Yoon suma ya cuatro dianas y cuatro asistencias con el recién ascendido Yanbian, que ahora mismo se encuentra cómodamente situado en la parte media del escalafón.

"Seguramente fue mi rendimiento con mi club lo que contribuyó a mi vuelta a la selección", apunta Yoon en referencia a su reciente convocatoria. "Seguro que el técnico me vio jugar y decidió darme una oportunidad".

Sueños Mundialistas Tras perderse los dos últimos Mundiales, Yoon está decidido a no dejar escapar esta ocasión. La tercera fase de las eliminatorias asiáticas a Rusia 2018 comienza en septiembre, y sus intenciones son ayudar a la República de Corea a clasificarse dentro de un grupo en el que también están encuadradas Uzbekistán, RP China, Qatar y Siria.

"Quiero probar mi valía y demostrar mis mejores cualidades", comenta Yoon. "Y lo más importante, quiero ayudar a los míos a ganar partidos. En primer lugar, debería asimilar rápidamente qué es lo que el entrenador quiere que hagamos. Además, como equipo necesitamos establecer claramente nuestra meta, que es clasificarnos para la Copa Mundial. Para un jugador, participar en la Copa Mundial es algo de lo que sentirse orgulloso toda la vida. Es mi sueño de la infancia. Haré todo lo que esté en mi mano para que podamos estar en Rusia 2018".

"Tengo confianza en mis habilidades como pasador y goleador. Por supuesto que seguiré trabajando para mejorar. Me reforzaré entrenando duro y jugando. Y por último, aunque no menos importante, pese a que no soy el capitán, debería asumir más responsabilidad", concluye.